BOCHORNO

He pasado una noche pegajosa, el calor apretando en unas horas que debiera dar un respiro. Y me levanto sudoroso y exhausto, el cielo está encapotado con unos nublos que traen más humedad y más desasosiego. No hay tregua, ni una brisita que deje que las neuronas empiecen a funcionar. Bajo los efectos del bochorno empiezo a pensar tonterías, nimiedades, no se puede hacer otra cosa, concentrarse entre sudores es una quimera. 

42 millones en Suiza de Bárcenas, 52 millones del fichaje de Neymar, otro porronaco de millones de los ERES andaluces, despidos millonarios de banqueros deshonestos. Suma y sigue. Urdangarín y su palacete, el 3% de comisión en Catalunya, 100 millones que cuesta Bale al Madrí, un aeropuerto nuevecito en Castellón. Suma y sigue. Los sueldecitos de Felipe y Aznar en corporaciones saludables, sobres llenos de dinero B que van al bolsillo de los mismos, Gürtel y el confeti de la fiesta de la Mato (pa matarla), los dineros invisibles de las preferentes, las especulaciones con las viviendas de los desahuciados. Suma y sigue. El rescate de Bankia y las dietas de los políticos que van de consejo en consejo viviendo del cuento. Los sueldos de los asesores nombrados a dedo del que cobra del Estado. Mallorca, Valencia o Madrid que nadan en facturas de dudosa justificación. Messi 16 millones al año y Cristiano 17. Suma y sigue.

Malditos nublos traicioneros que engañan mis deseos, que no alivian esta humedad ácida con la que se desparrama el día. Cuando la mente la asedia el calor rastrero busca un norte poco recomendable. No hay dinero para becas, no hay dinero para bajas laborales, no hay dinero para la dependencia, no hay dinero para créditos a las PYMES, no hay dinero para la cultura, no hay dinero para la investigación y la ciencia, no hay dinero para el periodismo libre, no hay dinero para quien no tiene dinero.

Los meteorólogos anuncian lluvias esta tarde. Espero que se acabe este bochornoso bochorno.