Todo
tiene un límite. El aparente descuido de un maquinista deja ochenta muertos y
escucho estupefacto que el presidente del Xunta de Galicia sospecha de una
sombra misteriosa que quiere desvirtuar el milagro de la Alta Velocidad
española. Una semana después nos enteramos que el interventor estaba llamando
al maquinista en el momento clave pero que se lo ocultó dos veces a la policía.
El rastrero de turno aprovecha la intensidad de los focos para hacerse pasar
por pareja sentimental de una víctima embarazada de su engaño, seguro que
esperaba forrarse en los platós de telebasura codeándose con Lucia la Escritora.
Los sabuesos de lo macabro rastrean perfiles de Facebook de las víctimas sin
respeto. Y Sorayita que sale a dar cuenta de los entresijos del consejo de
ministros de riguroso luto sin explicar por qué narices no tenemos un sistema de
seguridad ferroviario moderno que no deje en manos de una sola persona la vida
de tantas. Y la consabida cara de afectación del Príncipe que le sienta mejor
que la barba. Todo me lleva al límite pero me controlo con ayuda de unos jugos
gástricos corrosivos y unas defecaciones generosas, pero al final exploto.
Los
periodistas están acostumbrados a montar el circo con la catástrofe veraniega anual
(recapitulen: incendios, riadas, accidentes aéreos o matanzas de asesinos en
serie). Observo como el presentador del telediario de Televisión Española acaba
el informativo con una exaltación de la solidaridad de los vecinos de la aldea
donde se estrelló el convoy. Todo iba dentro de los cánones hasta que la
palabrería fácil lo perdió en el último instante.
- -Esta es la verdadera Marca España.
Mi
exabrupto fue el que encabeza este post, uno de los más castizos (¿Marca España
también?). Unos días antes el número dos de eso que llaman la Marca España
había insultado a los catalanes en Twitter porque le había molestado que
chiflasen la izada de la bandera española en la inauguración del Mundial de
Natación. El ministro de Exteriores, el plácido Margallo no cree que las
informaciones que indican que el presi cobró pasta gansa en negro puedan
influir en la entelequia que es la Marca España. Quién fue el iluminado que creyó
que España se podía equiparar a la Coca-Cola, que los inversores u otros
interesados en comprobar quiénes éramos y quiénes somos, se conformen con un
video de cinco minutos donde vendamos nuestra mejor sonrisa, sol, playa y
flamenco.
Si
no les gustó lo que escribí acháquenselo a un golpe de calor que me dio la otra
tarde, que yo intentaré entrar en un reality como terrorista (no faltarán
voceros del PP que me ayuden) de la insigne Marca España. Una (el
independentismo catalán es una anécdota), Grande (la deuda es una menudencia) y
Libre (no se rían, por favor).
Me alegra comprobar que sigues tan "vivo"como siempre y creo que bastante más cabreado-nada extraño por otra parte si achacamos al calor o las malas noticias e informaciones que no cesan - Saludos y "no te prives", como dicen en mi tierra, de escribir lo que piensas y sientes...todo mejor que una úlcera de estómago.
ResponEliminaBesotes
Seguiremos disparando... Besotes de vuelta.
Eliminadicen que la limonada quita la sed poero en este caso encima es corrosiva. Dulces digestiones a cuenta del Bicarbonato España.
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