ME HIERVE LA RABIA

El eslogan POR UNA ESCUELA PÚBLICA Y DE CALIDAD me chirría. Los comerciales del capitalismo nos han inculcado que todo lo privado (y caro) es bueno y que todo lo público (y gratuito) es una bazofia. Siguiendo el señuelo trucado los comerciales del capitalismo educativo nos han convencido que si se sueltan porrones de dineros en las escuelas se asegura la calidad y si se vive entre estrecheces la educación es una porquería.

¿Por qué pueblan las escuelas privadas y concertadas los hijos de los que gritan POR UNA ESCUELA PÚBLICA Y DE CALIDAD? ¿Por qué se excusan cuando se les pilla en la incoherencia?

Esta foto en blanco y negro ha encendido el fuego que ahora hace hervir mi rabia. El tipo de la izquierda es uno de los poetas más sensibles que ha parido la literatura española, Luis Cernuda. Se tuvo que pirar cagando leches de este sacrosanto país entre otras cosas por salir del armario. En el centro, una tipa de armas tomar, doña María Zambrano, librepensadora de marca mayor, se rodeó desde su juventud con lo más reluciente del pensamiento español: Ortega y Gasset, Valle-Inclán, Gregorio Marañón o Pérez de Ayala. Antonio Machado y María Zambrano compartieron filosofía de vida hasta el final. Una anécdota resume mil palabras. Camino de Francia, del exilio, Zambrano ofrece su coche para trasportar al poeta, él no quiso subirse en la comodidad, sin remilgos se bajó ella para compartir el último viaje, ambos ligeros de equipaje.

¿Y la rabia de dónde te viene? Cernuda y Zambrano estaban en esa foto de Misión Pedagógica. Un proyecto republicano que se inicia en 1931 para acabar con el analfabetismo y la incultura que lastraban a los pobres. Los intelectuales republicanos, soñadores y solidarios, se arremangan y visitan los pueblos más sórdidos de la España más profunda con bibliotecas portátiles (una parte se deja en las escuelas), escenarios donde se proyectaban películas y se representaban obras teatrales, gramófonos con discos…  Hay una decidida apuesta por la cultura como motor del cambio social.

¿Y por qué te hierve la rabia? Observo aterrado cómo las bibliotecas ahora no son más que edificios faraónicos que no tienen apenas uso porque compiten con la zafiedad televisiva o la insustancialidad cibernética. Observo decepcionado cómo los intelectuales se venden al mejor postor (bancos y cajas especialmente). Observo indignado cómo las universidades mercadean con su producto devaluado sin importarles a quién timan. Observo rabioso cómo Wert es el esbirro fiel de los que no quieren que empecemos a formular preguntas.

“La acción de preguntar supone la aparición de la consciencia” (María Zambrano, profesora de pensar).