Berlanga
te necesitamos, vuelve. Si nos tomamos en serio la realidad casposa que nos
atosiga podemos enfermar. Uno de los remedios para subsistir es el escapismo
humorístico. Déjenme que les ayude, tómenme como una cápsula de evadir penas y
adentrémonos en el apasionante mundo de la Sagrada familia (me ha quedado
mesiánica la arenga). Obviamente me refiero a los Aznar (Ansar)-Botella
(Bottle). Este país es muy ingrato con sus salvadores y el mundo del arte
siempre ha estado dominado por izquierdosos envidiosos que no han querido
retratar el poder aunque hayan vivido de él (puya subliminal). Qué valor podría
alcanzar un retrato de José Mari con su bigote hierático en una subasta de
Christie’s. ¿Subido a caballo estilo conde duque de Olivares? Les veo un morbo
deleznable. ¿Con una copa de vino en la mano? Serán viciosos… ¿PedroJ en
liguero en el fondo de cuadro conspirando? Los ojos me hacen chiribitas y se me
inundan de dólares, me he reencarnado en el tío Gilito. ¿Y por qué no estirar a
la Botella en un diván? ¿Desnuda? Y vestida también, no me digan que no es
Maja. Ya sé que eso del destape es más del Interviu y menos de los del Opus.
Cambio de planes. Lienzo a lo Van Eyck tapados hasta el moño. No se preocupen
que a doña Ana le quitamos el bombo y a don Giovanni le ponemos mostacho.
¿Hace? Empiecen a pujar, malditos.
Los
novelistas de este país no tienen perdón de Dios. Ninguno ha tenido suficiente
imaginación para meterse en ese excelso hogar de los Aznar y narrar los días
anteriores a la foto de las Azores, no sé, imagínense un diálogo entre marido y
mujer en inglés shakesperiano, o americano tejano, tanto da, no superaría las
tres palabras bien pronunciadas. Agiten su imaginación escritores de pacotilla
para describir el mítico momento en que Anita elige la corbata de su José Mari
declamando To be or no to be. ¿Y si lo pronunció en catalán? Ah, no, ya no interesa engañar catalanes. Vilas, deja de hablar con Dios de
una puñetera vez y haz los deberes.
No
sé qué leches están haciendo Almodóvar, Alex de la Iglesia o el denostado
Segura para no filmar ipso facto, con el mejor espíritu berlanguesco, una de
las bodas más surrealistas que se han celebrado en España desde la de los Reyes
Católicos (que tuvo que ser sonada). Hablo de la de Anita Aznar y Alejandro
(Ecclestone) Agag. No me digan que no ven a Sazatornil o Agustín González como
Bigotes, Arturo Fernández de Correa, Norma Duval de Esperanza Aguirre o Jesús
Puente de Berlusconi. ¡Acción!
Y
la música también tiene delito, cómo puede dejar pasar una fuente de
inspiración tan soberbia como la del vástago primogénito de la Sagrada Familia.
No me digan que ni un chotis dedicado al castizo José María Jr. Ni una coplilla
del incisivo Krahe. Tendrá que bajar del infierno Chavela para cantar con voz
cazallosa y tequilera una ranchera que empiece así: “Con los pelos que se ha dejado por ti y han sido muchos, me parece
impresentable lo que has hecho o no has hecho. No se merecía esta decepción.”
Mientras
se despiertan las musas del arte español llamo a Gerardo Rueda para que vaya
preparando un cuadro tenebrista del cortijo de Blesa. ¿Ha muerto? ¿Y con quién
se iba a repartir la pasta el Padrino Aznar?
Quevedo no describiría mejor tanto esperpento. Esperemos que algún día les llegue la hora. Enhorabuena.
ResponEliminaMuchas gracias, Antonio, aunque creo que para ambos en Enhoramala...
EliminaQuevedo no describiría mejor tanto esperpento. Esperemos que algún día les llegue la hora. Enhorabuena.
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