Periódicamente
escandalizan los que condenan el escándalo. Paradójico. Los índices de
asistencia a las parroquias son elocuentes y no pueden permitirse el olvido,
Satanás siempre anda vigilante a los desmayos del pecado y puede entrar por
debajo de la puerta de la moral para raptar a los hijos de Adán y Eva. Los pastores ya han aceptado que las ovejas son
indolentes y les cuesta cada vez más soportar una hora de castigo oral los domingos, ya saben que se pasan por la parroquia
nada más que para celebrar fiestas sociales (BBC, bodas, bautizos y comuniones) y por eso tienen equipos altamente formados en tecnología trabajando en la elaboración de apps católicas (rosariotetris,
la aventura de los mandamientos o absolución de pecados por watsap). Los
pastores siguen desgañitándose para que las ovejas (descarriadas y otras) no
cambien de canal, si para conseguirlo tienen que decir barbaridades, no dudan
en hacerlo. Todo por mantenerse en el candelabro.
Empezamos
el curso con lo de Cásate y sé sumisa,
levantaron la polvareda suficiente para figurar en los top ten de polémicas.
Más adelante salieron un par de curillas desequilibradosfascistoidesintegristas
que daban miedo y lástima en las mismas proporciones. Y el (fatídico) año 2013
acabó con monseñor Gallardón ofreciendo en bandeja a los ultracatólicos una ley
del aborto que la podrían haber redactado los de la conferencia episcopal. La
sociedad se zarandea pero no acaba de explotar, mira que les gustaría que les
empezaran a quemar alguna iglesia o le metieran un par de collejas a un obispo
vociferas para sacar el manual del martirio y empezar a victimizarse con la
prosaica intención de ganar adeptos despistados. No les desagradan las de
Femen, les permiten poluciones nocturnas y condenas diurnas. Tienen controlado
el asco de la pederastia, están trabajando en ello (qué mal suena). Pero la
cuestión es seguir manteniendo presencia en los titulares.
Empezamos
el año con una traca, un recién estrenado cardenal que atiza a los gays, se
marca una entrevista en el SUR.es pata negra. No me nieguen que los de la
sotana tiene una imaginación desbordante, el ínclito Sebastián se atreve a
comparar la homosexualidad con la hipertensión (uno de sus pecados confesables
más íntimos). Él come sin sal y los gays se la comen sin…. Perdonen, pero el
embrutecimiento de estos personajes se contagia. Además el cardenal (un buen
moratón ideológico) no entiende que se puedan enfadar los gays porque los
califique de deficientes. ¡Ya ves tú! ¡Qué piel más fina que tienen! Claro,
tanto rozarse…. Otra vez volviendo a la carne. Un padrenuestro y cuatro
avemarías. “Cuando uno tiene un defecto (otra
vez le traiciona la semántica), el buen
amigo es el que se lo dice”. Obviamente, a los deficientes se les tiene que
insultar por su bien, faltaría plus. Uno piensa que con estos amigos no hace falta
tener enemigos. Y como guinda del pastel, para subir el share habla del
aborto. “Me inquieta que la sociedad
española haya asimilado la normalidad del aborto”. Desde luego, no es
inquietante, es acojonante, imagínate tú que el laicismo se impone y el
catolicismo vuelve a la esfera privada de la que nunca tuvo que salir.
¡Temblad, deficientes! No se enfaden, se lo digo por su bien.
Creían
que se habían acabado los insultos del cardenal de nuevo cuño, nastic de
plastic, acaba la entrevista en punta, si no lo despellejan es que las mujeres
no tienen orgullo. Enseña el capote ensangrentado para el que el toro le pegue
una cornada para seguir chupando candelabro. ¿Una mujer sensata y normal es capaz de reclamar el derecho a acabar
con la vida del hijo que lleva dentro? Califica a un tercio de la sociedad española
de deficiente, insensata y anormal y se pira a Roma para que Paco I le
condecore. Ni José Tomás.
Soy una privilegiada por estar fuera de la mal entendida "normalidad" de este cardenal.¡¡ Me encantan los anormales!! y espero que cada vez seamos más.
ResponEliminaUn besote.
Anormales, insensatos y deficientes del mundo, reuníos y pecad como cosacos.
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