¿Hay algo peor que una mujer
inconsciente? Por supuesto. Una mujer inconsciente campechana. ¡Horror!
¿Todavía hay algo peor? Una mujer inconsciente campechana que presenta un
programa de televisión de tres horas y media. ¿Más? No, por favor. Sí, sí. Una mujer inconsciente
campechana que presenta un programa de televisión de tres horas y media por la
tarde en una televisión pública. El Estado que tiene tantos institutos de la
Mujer y tantos observatorios de igualdad debería andar vigilante con los
contenidos que produce la televisión que pagamos todos los españoles (los que
tributan, claro). ¿Sigues con tu visión apocalíptica? Of course. Todavía hay
algo más deleznable. Una mujer inconsciente campechana que presenta un programa
de televisión de tres horas y media en una televisión pública y cobra 7000
euros a la semana. ¿No hemos tocado techo, verdad? En absoluto. Todavía queda
margen para el empeoramiento. Cincuenta mujeres que se levantan como histéricas
a celebrar las ocurrencias de la mujer inconsciente campechana que presenta un
programa de televisión… (vale, vale, no les canso más, pensé que la reiteración
focalizaría su atención en un personaje rebelador).
¿Cuáles fueron las lindezas de
Toñi Moreno, la presentadora campechana e inconsciente de Entre todos, programa
de tarde de TVE? Ante la declaración de maltrato físico de su pareja que
expresa una invitada, Toñi, flequillo al aire y con una autoridad surgida de su
propia prepotencia interrumpe para precisar que “cuando pasan cosas como esas o
se denuncia o se calla para el resto de su vida”. Anteriormente había llamado “torpe”
(exquisito trato a los invitados) a la mujer por no saber que para obtener el amor
de un hombre el primer requisito era ganarse la aquiescencia de su madre, la
temida suegra. Si nos dicen que estamos en 1960 y que la entrevista es en
blanco y negro, yo me lo trago (Évole, te estoy dando ideas).
¿Más todavía? La inconsciencia
es un pozo sin fondo. Cuando se produce la presión mediática sobre Toñi Moreno pide
excusas públicas. Muy campechano, ¿recuerdan al de los elefantes? La mejor
manera de recocer la trascendencia de ciertos errores es dimitir pero ya saben
que este verbo es inconjugable en España. Tapar la porquería con más porquería
es propio de inconscientes profesionales. Los atenuantes de Toñi Moreno son ignominiosos
al cubo:
a) El programa es muy largo y se
puede permitir deslices. Lo suyo no es un fallo, es un posicionamiento
inconsciente (irresponsable) de forma consciente (respondiendo a sus parámetros éticos). La paradoja explica muchos prejuicios
sumergidos.
b) Afirma haber participado en
campañas de violencia de género en su Andalucía natal y no admite que se puede poner en
duda su compromiso en la lucha contra el maltrato. De qué le sirvió se pregunta uno inocentemente.
c) Su programa es muy
escrupuloso con el tema y no ofrece crédito a ningún caso que no haya sido
denunciado para preservar la presunción de inocencia del vilipendiado. El video de lo sucedido deja en entredicho las ganas de
escabullirse de Toñi. La presentadora hurgaba en las interioridades de la
pareja de la invitada y ésta explicó que había una línea roja que impedía cualquier
perdón a su expareja. No denunció nada, explicó una realidad, fue la
inconsciente campechana la que le dio un guantazo con su filosofía barata.
Les pongo el vídeo para cuando
quieran vomitar bilis de la buena y comprobar la magnitud de la tragedia. Las
mujeres son lobas para las propias mujeres. Gallardón lo sabe.
No dejan de llegarme quejas a este programa incluso antes de abrirlo. Este gobierno es un sádico. Primero recorta en servicios sociales y anuncia la retirada de competencias en los ayuntamientos. Pero luego pone un programa de televisión para que gente desesperada busque ayuda y se desahogue delante de la audiencia. Con este programa, básicamente se han limpiado el culo con el código deontológico de la psicología. Yo no he visto el programa porque ya me indigno bastante sin llegar a verlo. Una vergüenza.
ResponEliminaEnlazando con mi post de hoy. ¡Una locura!
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