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dilluns, 6 de juliol del 2015

FIN DEL MONOPOLIO EDUCATIVO


Que el sistema educativo está obsoleto es algo obvio. Nacido en otro siglo y creado para dar respuesta a otras funciones actualmente tiene serios problemas de encaje en estos tiempos líquidos. Los bienintencionados se encogen de hombros por falta de imaginación, los chupópteros (el sistema educativo tiene a raudales) siguen percutiendo en soluciones que no llevan a ninguna parte. Al final todo suele ser un tema de pasta, Ivan Illich en su libro (mi catecismo) La sociedad desescolarizada (hace casi 40 años) ya veía el meollo: La escuela se apropia del dinero, de los hombres y de la buena voluntad disponibles para educación y fuera de eso desalienta a otras instituciones respecto a asumir tareas educativas. Un monopolio en toda regla, uno de los pilares de la sociedad del bienestar incuestionable e inamovible. Todos los problemas de nuestra sociedad se arreglan con más educación. 



El monopolio del turismo (actividad sagrada en auge durante todo el siglo XX y principios del XXI) lo ostentaba el sector hotelero. AIRBNB tiene actualmente un millón de alojamientos en 33.000 localidades diferentes en 192 países. Fue fundada en 2008 por tres jovenzuelos que idearon una plataforma (no hay más) que conecta oferta (anfitriones) con demanda (clientes). Uno de ellos, Nathan Blecharczyk, explica en una entrevista a EL PAÍS, que la clave de su chiringuito es “la confianza”. Yo estoy de acuerdo, porque casualmente me piro en dos semanas a Montmartre gracias a ellos y sí, me han demostrado que ese valor es uno de sus grandes activos. Les explico mi caso en el canal Sálvame ácido. 

El domingo pasado entré en la plataforma y encontré un apartamento económico y muy bonito en el centro de París (fotos suministradas por el anfitrión Jerome), los comentarios de otros clientes daban fe de un buen trato y de que las imágenes se correspondían con la realidad. Seleccioné los días y realicé la reserva. En una hora me respondía Jerome amablemente y me advertía que compartiríamos las zonas comunes de su apartamento. ¡Mierda, me había equivocado! Creía que era uso exclusivo y era compartido. Le pedí perdón por el error y cancelé la reserva. Según lo marcado en la web de Airbnb solo tenía derecho a la devolución del 50% de lo pagado. La parte del anfitrión y la de la compañía la había perdido. Les mandé un correo pidiendo una mediación porque consideraba que un error que solo tuvo reservado el apartamento de Jerome por dos horas no merecía semejante penalización. Jerome me contestó en un cuarto de hora que no tenía inconveniente en renunciar a su parte (es obvio que no quería comentarios negativos que pudiesen perjudicar futuras reservas), pero necesitaba la autorización de la plataforma, en diez minutos fue autorizada la devolución de Jerome a mi tarjeta de crédito. ¿Y Airbnb? Al día siguiente me devolvía su parte para que pudiera hacer una nueva reserva. Todo ágil y amable. ¿Por qué? En Airbnb todos estamos en juego, todos tenemos cosas que ganar y cosas que perder. Yo también seré evaluado por el anfitrión cuando acabe mi estancia en París. 

Cambio de tercio y vuelvo a la educación y al fin de su monopolio. Las instituciones oficiales de educación (las que acreditan) pudieran ser los hoteles. ¿Se han acabado? Negativo. Siguen funcionando, pero con un competidor potente que les empieza a robar mercado. Richard Gerver, asesor de Tony Blair en educación, lanzó la siguiente afirmación en Valencia la semana pasada. La educación del futuro debería operar como un App Store.   No hablamos de cuatro cursos (muchas veces organizados por los Hoteles universitarios si se me permite el ensamblaje), estamos hablando de opas hostiles que quieren cuotas de mercado a cambio de CONFIANZA EN EL APRENDIZAJE NECESARIO PARA LOS TIEMPOS LÍQUIDOS. Falta monetizar, falta desmontar el mito de la presencialidad y de la acreditación oficial. Todo se andará. 
Mis compañeros se mean conmigo cuando les hablo de integrar a velocidad de vértigo las nuevas tecnologías en la forma de enseñar. Supongo que los creadores de Airbnb también soportaron la sorna de los que no intuyen tendencias imparables. Muy curiosa su forma de financiar su idea. No se la explico, ya la encontraran si quieren, puedo calcarla ahora que vienen elecciones en España.

Por cierto, por si acaso, un servidor esta tarde empieza un curso de creación de apps que el monopolio educativo (mi jefa) no me ha subvencionado. Faltaría plus, sería como esperar que el Hilton le diera pasta a Airbnb. 

dilluns, 22 de juny del 2015

CAMPUS DE URBANIDAD



Se acabó lo que se daba, el curso académico llegó a su fin y se abre un período vacacional de ochenta días (con sus ochenta noches, no desdeñen la precisión). Los papás trabajan (es mucho suponer), los niños/adolescentes deben ocupar su tiempo. Una opción es el haraganeo puro y duro, el despiporre, el desparrame y la laxitud suprema. Otra, la que deja más tranquilos a los progenitores es apuntar a su muchachín/ina a un campus (si se disponen de fondos que vuelve a ser mucha suposición). Los más lúdicos se van a la parte deportiva, ya se sabe, hay que quemar esas calorías de sobra que tienen estos chavales antes de que las consuman en actividades poco adecuadas. Los poco dotados para la agilidad se inscriben en campus idiomáticos (el futuro apostillan orgullosos sus padres en las tertulias de padres responsables). Nadie, ni en los más esperpénticos sueños han pensado en apuntar a sus pipiolos a un stage de urbanidad. A pesar de disponer de una materia prima de primera calidad, unos hijos insoportables, displicentes, emperadores supremos, no caen en la opción de dedicar el verano a enseñarles algo de urbanidad. ¿Urbaqué?


La primera virtud que ha de tener el hombre es el respeto a los demás. 

Es el inicio del Estudio de las reglas de conducta redactado por la Excelentísima Señora Doña Isabel María del Carmen de Castellví y Gordón, condesa de Castellá, en el 1942. Encontré el texto en una montaña de libros destinados a la venta al por mayor. Huele a naftalina, lo reconozco, pero en el substrato hay unas normas que siguen vigentes para hacernos mutuamente la vida agradable. Obviamente, el necesario campus de Urbanidad debería disponer de un manual 3.0, o sea, la adaptación a los nuevos tiempos de los necesarios preceptos de convivencia. Ando enfrascado en esa tarea.
Propongo centrar el primer año del campus en dos materias básicas: la discreción y la lealtad. 

¿Hay algo más odioso que un niño impertinente y entrometido? Si tienes la obligación de pensar todo lo que dices y todo lo que haces, tienes asimismo la de no decir y no hacer muchísimas veces todo lo que piensas. 

Muchos de los adolescentes tiranos que nos rodean son unos auténticos bocazas, hablan y hablan sin parar, desconocen el valor del silencio, se entrometen sin control en las vidas de los adultos, trafican con la información como contrabandistas, pontifican sobre realidades de las que no tienen ni repajolera idea, vociferan como energúmenos jactándose de su propia ignorancia. Mi propuesta es dividir el día en momentos de conversación y momentos de silencio. Éstos últimos no podrían ser violados bajo ningún concepto, un alimento selecto para empezar a domesticar el espíritu. 

La condesa de Castellá tiene un capítulo también para la lealtad. 

La primera condición para que sepas respetar a los demás y para que los demás te respeten, es que sepas respetarte a ti mismo. Este respeto a ti mismo, consiste principalmente en proceder rectamente, lealmente, en tus relaciones con los demás. 

Entre los adolescentes insoportables reina la mentira, la excusa, la trampa, el no saber perder, la egolatría. Ardua tarea reconducir estas almas arruinadas pero obligatoria para evitar una sociedad salpicada de corrupción, de victimismo barato, de irresponsabilidad generalizada o de banalidad endémica. Seguramente el campus debería estar subvencionado por entidades públicas obligadas a velar por la sana convivencia entre los ciudadanos. 
Tengodos amigos en Jaén, Alfonso y Dolors, dispuestos a ofrecer algún espacio hueco en sus campos llenos de olivos para edificar con tiendas de campaña una improvisada escuela de urbanidad. Yo me ofrezco como director. Los clientes los tienen que suministrar los padres humildes que desesperados de tanta humillación y tiranía se comprometan a aislar a sus hijos (obviamente nada de whatsapp) en un espacio natural donde rijan unas normas de convivencia nuevas.

No seas perezoso ni indolente. Levántate temprano y al primer aviso.

¿No les parece un buen fundamento para construir algo sólido? Seguiré informando.

dilluns, 8 de juny del 2015

PROF@S DE HISTORIA, A DAR BOLA A LAS MUJERES



Ya es hora que la mitad de la población mundial femenina del pasado saque la cabeza por las clases de Historia y se le dé bola con el mismo rigor y énfasis con el que se trata a la mitad de la población masculina. Ya está bien de tanto reverenciar a los poderosos y de ningunear a las oprimidas y lo peor, levantar los hombros con cara de gamusino y esgrimir con cara de que no tiene remedio que la Historia es así. La educación, junto a la familia y el Estado, son pilares básicos de difusión de la ideológica patriarcal.


La Historia ha sido masculina porque la han escrito los hombres, la han trasmitido los hombres y la han promocionado los hombres. Hace poco insistía el Maestro Emilio Lledó en el Intermedio que somos memoria, no somos nada sin ella, el pasado son nuestros cimientos, si están trucados y falseados por el omnipotente patriarcado no nos extrañemos de la desigualdad que se produce en el ático donde habitamos ahora. Que un hombre mande es lo NORMAL, lo ha hecho a lo largo de la historia. Si lo hace una mujer, es CONTRANATURA, la aparición de la mujer en la historia está siempre supeditada a su papel de madre o de sombra de un gran hombre.
Estamos en un momento crucial para cambiar las cosas, el mundo de la educación está mutando por culpa de la desintermediación.  Cada vez hay menos intermediario entre el productor de saber y el destinatario final, la figura de los prescritores, nosotr@s, los prof@es de historia, es fundamental para voltear la hegemonía masculina. Las nuevas tecnologías han insuflado aire fresco al cotarro y ahora se puede beber en fuentes de agua fresca hasta ahora impensables. En el tema de género hay una tarea ingente. El patriarcado tenía los canales de difusión de la cultura absolutamente blindados por medio de los curriculums y los libros de texto, con suavidad, alevosía y premeditación desterraba a las mujeres al borde del plato y ponía los manjares masculinos en el centro del estudio. En muchos libros de texto las mujeres suelen salir en las ilustraciones, en la chicha (corpus) de la mayoría de los temas de historia no se reflexiona ni una habichuela para conocer cómo vivían, qué hacían, cómo soportaban la marginación, cuáles eran sus roles, sus logros, en fin, olvido puro y duro.
Yo empiezo a forjar mi propio curriculum, por respeto al 50% del público que puebla mis aulas tengo que explicar otras cosas que no aprendí en la carrera pero que me he interesado descubrir a lo largo de mi historia. Tal como apunta Pierre Bordieu son las propias víctimas las que colaboran con los verdugos, el  50% de mujeres que puebla mis aulas está tan alienado que no se preocupa por esa marginación endémica, la encuentra NORMAL (vocablo anestésico de la conciencia femeninia). Pero yo tengo una responsabilidad sobre lo que enseño, científica y moral.
La nueva asignatura de conocimiento de la historia de la mujer podría empezar por un trazado claro sobre su papel en la cultura y los modos de apartarla tan sibilinos que ha diseñado el poder masculino. Ahí cuento con dos aliados, You Tube (el intermediador que desintermedia), y Laura Freixas, una profe clarividente que se marca una conferencia virtual de lo más aclarador. 


Primer material de calidad, hagan juego, colegas.

divendres, 22 de maig del 2015

LA HIEDRA



Todos crecemos como la hiedra, apoyándonos en algo que nos ofrece resistencia. La tiranía quiere que seamos eternamente niños. La autoridad ofrece resistencia pero hace crecer. Si no has tenido resistencia no creces recto, sino reptando.

Se han puesto los filósofos de acuerdo para dar respuestas al desbarajuste adolescentoide que vivimos. Ahora le toca el turno a Fernando Savater. Las metáforas son los clavitos que sirven para guiar el conocimiento de la hiedra.
El sistema educativo está infectado de un paternalismo horripilante. Los chavales, más listos que el hambre, han inventado tecnologías (vocablo deliberado) para esquivar el esfuerzo. Ayer me preguntaba un profe si los alumnos de segundo de Bachillerato que lloraban cuando conocían las calabazas cosechadas en la última evaluación merecían un Oscar a la interpretación. No. No es un fingimiento dramático, es una tecnología aprendida, interiorizada, cada vez que encuentran un obstáculo en su camino disparan con dos armas: o la violencia intimidadora o la pena caritativa. Los mismos alumnos que lloraban como magdalenas luego exigían (vehementemente) ver los exámenes para agarrarse a cualquier clavo ardiendo que justificase un injusticia inhumana. No aceptan el muro y pretenden bordearlo. Hay muros que se dejan esquivar y otros con los que te estampas y te dejan aturdido para siempre. 

Rui Palha

La tecnología utilizada por los adolescentes incide en modificar la actitud de su entorno pero elude los cambios internos del protagonista de los hechos.  Obviamente el éxito de las argucias promueve la repetición ad eternum. En lugar de decorar la pared luciendo espléndida, la hiedra tuerce su crecimiento y se convierte en una planta rastrera que repta, que se esconde del sol, que se alimenta de las malas hierbas. Los réditos inmediatos pueden financiar los primeros grados de la tecnología pero a medida que se amplía el mundo empieza a ahogarse por su ineficacia.
Detrás del paternalismo se esconde una gran comodidad, como apunta Savater, la que provoca la docilidad del infantilismo, mientras ofrecemos caprichos a los niños son guiados por donde queremos. El poder también reafirma su superioridad ante ciudadanos subvencionados que no pueden oponerse por sus propios medios. Los jefes ya saben que es más fácil trepar por una pared desnuda que sortear los nudos con los que la hiedra teje su ascenso. 

Las carantoñas a veces van envenenadas de cárceles y las afiladas exigencias cargadas de autonomía.



dijous, 21 de maig del 2015

VOLVER ANTES DE IR



Cuando encuentro oro puro lo comparto con ustedes. La suerte que tienen algunos filósofos es que son capaces de desentrañar lo que para el común de los mortales se ofrece como una maraña irresoluble. Mi profesión es domesticar adolescentes y hace mucho tiempo que compruebo que el género que llega a mis manos ha mutado peligrosamente. Supongo que padres/madres y ciudadanos en general también lo han detectado, pero lo hemos querido todos tapar con justificaciones vagas de luchas intergeneracionales, con brindis a la libertad (a nosotros nos educaron con la rectitud derivada del régimen franquista) o con ataques desmesurados de amor que acaban en un proteccionismo pernicioso. Cada uno ha utilizado la tecnología más conveniente para no ver lo que ve. La cuestión es que el elefante ya no se puede hacer pasar por una hormiga y que las deficiencias del género con el que se construirá el futuro social no aceptar que lo cubramos con una liviana gasa blanca para que huela lo mínimo. Los estruendos de la nueva epidemia larvada están reventando en lugares inesperados, dando síntomas inequívocos de cáncer, no vale un octalidón (por fomentar un poco la nostalgia). Hay que operar, es la hora de meter el bisturí por el bien del paciente y de sus allegados, y también de los que lo sufrirán en el mundo si sigue contaminándolo todo de irresponsabilidad. 

Podría ser una escabechina si detrás no dispusieramos del diagnóstico ajustado. Cuando se tiene a Javier Gomá como oncólogo de cabecera poco hay que temer. Veo insuperable su análisis de la enfermedad de moda:

Los adolescentes están de vuelta antes de haber ido. Donde esperarías entusiasmo, fuerza, ilusión, no las hay. Se dice aquello de que si no tienes ilusiones en la adolescencia estás muerto y si no tienes un cierto escepticismo cuando eres mayor eres tonto. Ahora es como si el proceso se hubiera acelerado. Los jóvenes están de vuelta entregados a un cierto cinismo, escepticismo, sarcasmo, un exceso de aparente lucidez sin haber vivido. En consecuencia, tienen la desilusión, el desencanto y el desengaño antes de haber sido engañados. La cultura de la liberación se ha convertido para ellos en una catequesis bien aprendida. Cualquier niño, con 12 o 13 años, utiliza el lenguaje de la liberación ante su padre o ante su madre -¡qué decir respecto al profesor!- cuando en realidad lo que tenemos que hacer es educar a ese niño, tanto en su mente como en su corazón, para comprender la profunda dignidad de determinados límites. No todos, claro, pero hay determinados límites que a él le van a constituir como individuo, como ciudadano, como persona. Insisto, esos chicos están desengañados antes de haber tenido ilusiones porque la cultura conspira para que ellos estén desconfiando y sospechando de todo antes de haber sido capaces de enamorarse de algo.