dimecres, 24 de desembre del 2014

NO SE ME OCURRIRÁ



Duerman tranquilos estos días de fiesta. No esperen ni desesperen. No dejen que la inquietud les corroa. Yo no lo haré. No se me ocurrirá felicitarles nada. La felicidad es una cuestión lo suficientemente seria como para traficar con ella de cualquier forma y en cualquier oportunidad. Y mucho menos cuando un convencionalismo arcaico nos impulsa a decir cosas que no podemos sentir.
Si el calendario se empeña en que usted cumpla años verá como su entorno se abalanza sobre su momento para desearle felicidades (perdón, en mayúsculas, FELICIDADES). Y si pregunta por el motivo de tan hondo deseo le regalarán eufemismos y falacias varias que nacen de esa necesidad tan humana de vestirnos de tópicos.
No veo claro lo de jodernos durante todo el resto del año para implantar un territorio de buen rollo cuando llegan los últimos días del movimiento de traslación de la Tierra. ¿Mala conciencia? Pudiera ser, pero como ya no gasto de ese fármaco no me veo impelido a molestarles con un deseo ambiguo.
Kant decía que la felicidad había que merecérsela. Es por ello que no tiene sentido que yo me atribuya una potestad que corresponde a cada uno de ustedes. Trabajen con ahínco para conseguirla (si les da la gana) o decidan ser infelices por el resto de sus días, he descubierto que hay un sector de la población que se siente muy a gusto con la infelicidad ajena, le produce un efecto compensador sobre su vida que le exime de tomar decisiones obligatorias para cambiar el rumbo de su infortunado timón.
La felicidad es cosa de inteligentes, de gente que sabe rastrear en su sufrimiento para abonar los árboles fructíferos, de obreros que exprimen la vida sabiendo de sus ambivalencias, de personas íntegras que conocen los ciclos de la vida y de la naturaleza y se adaptan a ellos con habilidad.
Si se me ocurre aconsejarles que vivan con sentido (tal vez una cara del poliedro feliz), no desdeñen mi ocurrencia pues pudiera tener una trascendencia inesperada. 



dilluns, 22 de desembre del 2014

ESTE COLETAS ES UN ESTORBO



Se las prometían muy felices hasta que llegó. La fábrica de independentistas producía a buen ritmo, los exabruptos del nacionalismo de inspiración aznariana suministraban magnífica materia prima y unos acabados casi perfectos. Dos años de fastos y de ritmo frenético en la calle. Conveniencia (para algunos CiU) y Esquerra tutelaban el proceso con la zanahoria del Derecho a Decidir destrozando a todos sus rivales potenciales (escabechina en el PSC, desorientación en los ecocomunistas y ego para las CUP). Ni los olvidos tributarios de Jordi Pujol ni las tajadas comisionistas de su angelical esposa e hijos fueron capaces de oxidar los cojinetes del independentismo. Cuando Mas se arrugó y dio un volantazo final para esquivar el muro del enfrentamiento directo con el Estado español, Junqueras echó una medida lagrimita en la radio, pensaba en los parados de larga duración. Joder, con lo bien que iba todo pensó para sus adentros el que se veía en cuatro días presidente de la Republica Independiente de Catalunya. Recompuso su oronda figura y juntos presumieron de 9N aunque se apretaban mútuamente los testículos por la desconfianza mútua que se profesan. Luego llegaron semanitas de mítines televisados y una nueva meta en la ascensión al Olimpo independiente: las plebiscitarias de marzo o abril. TV3 caldeando el ambiente con programas semanales sobre el proceso y columnistas a sueldo empujando el diapasón de la desafección a España. Todo milimétricamente preparado por maquiavelos que esperan trincar en el nuevo estado independiente lo poco que quede del no dependiente. Solo una prioridad, deprisa deprisita, corre que te pillo, que no se pare el engranaje, que no se corte el ritmo. Bandera, bandera, bandera…
Ayer vino el cabrito del Coletas a Barcelona a parar la máquina perfecta. Por qué no se quedó en su Complutense natal, quién le había pedido pisar tierra catalana. 5000 almas aclamándolo, sin estructura pero con mensaje claro. Sin soberanía económica (trabajo) y social (educación, sanidad) no se puede decidir nada de nada. Hoja de ruta clarita: proceso constituyente y después referendum. A Mas y a los andorreros ni agua. Cuperos primero la izquierda y luego la bandera, Iniciativa súmate al carro o te barremos y ni punto de comparación con los fachendas Ciudadanos. Las chimeneas del independentismo tiemblan de miedo, les dan 16 escaños sin abrir la boca Pablito, qué pasará si cala su mensaje social por encima del ilusorio nacional .  

Esta mañana lo entrevistaban en TV3, un espectáculo. En TVE lo etiquetaron de etarra, en TV3 de no mojarse y de no tener proyecto para Catalunya. Qué vivarachos los periodistas al servicio del régimen, le buscan las cosquillas, se creen que los dóciles ciudadanos nos seguiremos creyendo las mentiras del tiempo del desarrollismo, que valdrá un que viene el coco para frenar a los reformistas. Me flipa cuando le piden a Podemos que concrete su programa,  anda que el PP ha concretado el suyo en lo que lleva de legislatura.  Alucino cuando lo acusan de decir lo que el pueblo quiere escuchar, como si fuera el único populista, como si los demás no se hubiesen desgañitado a promesas falsas. Me desternillo cuando le acusan de de dar bandazos ideológicos, especialmente el guaperas Sánchez que vota a favor de la reforma nocturna de la Constitución y en cuatro días reniega de lo votado.
Sin creerme de todo a los salvadores del mundo, tengo que aceptar, que este Coletas es un estorbo para todos los que tenían el negocio atado y bien atado, y eso le da cien euros de mi crédito. Ni más, ni menos.   

divendres, 19 de desembre del 2014

VETO VERGONZOSO






Un corte de electricidad, un desfallecimiento (a lo Sabina) del conferenciante, una epidemia de gripe que afectaría a la asistencia. Nada de eso. El escueto mensaje esconde mucha mierda. Los historiadores tenemos que acudir a fuentes no oficiales para encontrar las explicaciones que las oficiales nos ocultan. He rastreado todo internet y no he encontrado más información sobre la enigmática suspensión. Por lo tanto he tenido que poner a trabajar a mis gargantas profundas.
Me cuentan que un director de instituto muy progresista invitó al economista y activista de Justícia i Pau Arcadi Oliveres para que explicase su punto de vista ante padres y alumnos. La conferencia estaba prevista para el 2 de diciembre a las 20.00 horas. Me cuentan que la cita llegó a oídos de los servicios territoriales de educación de la zona que levantaron el teléfono y por medio de su superior jerárquico le prohibieron taxativamente el encuentro por consideraron un acto político. El director, intimidado por la trascendencia de su ocurrencia, pidió por el responsable de la orden. Todo fue una sucesión de correveydiles que no encontraban corporeidad última, lo que sí descubrieron fue el artículo por el que se le podía expedientar si se resistía. Obviamente, obediencia obliga a los subalternos (progres o no) del dócil sistema educativo catalán a agachar las orejas y suspender el acto con el eufemismo por “ causas ajenas a la organización”. Ofrezco el espacio de comentarios de este post por si alguno de los interesados quiere precisar lo filtrado por mis fuentes de información.
¿Qué organización es ajena a la libertad de expresión? ¿Qué organización permitió que en su instituto se pudiese votar el 9N con el lema del derecho a decidir y en cambio consiente que se silencie a Arcadi Oliveres en el mismo espacio público? 


El mismo alcalde (la conferencia se publicitaba en la web del ayuntamiento, captura de pantalla de arriba) que no faltó a la comunión colectiva el día que el municipalismo gritó con rabia en el Palau de la Generalitat contra la opresión centralista consintió se inhibió en el veto vergonzante de Oliveres. ¿Son ajenos también a la suspensión? Este es el bando de los sometidos progresistas (los corderos).
Vamos al bando de los censores. Que en la puerta de algunos institutos catalanes (yo lo he visto y tengo fotos) ondee sin rubor una estelada, ¿no es un acto político? ¿No merece la reprobación de los altos mandos departamentales? Ah, no, és la voluntat d’un poble. Que en el interior de los centros hubiera propaganda política a mansalva en la semana del 9N y el amarillo fuera el color predominante, ¿no fue un acto político?, ah no, és el color d’un poble. Que se pusiera la calefacción el 9N cuando se escatima a lo largo del año, ah,. no, és el calor d’un poble. Pero una conferencia de Arcadi Oliveras (tibio revolucionario impregnado de buenismo) sí que lo es. Se podría llamar la ley del embudo, se podría llamar hipocresía institucional, se podría llamar escomotear la libertad de expresión. Pero en estos tiempos deshonestos se empezará a considerar como “causas ajenas a la organización”.

dijous, 18 de desembre del 2014

NI DON JUAN NI JUANILLO



Mientras leen este post será probable que escuchen un gorjeo a su alrededor. No les supongo en paisaje idílico rodeados de oropéndolas, currucas, gorriones, jilgueros o zorzales. No soy tan ingenuo. Les imagino dentro de la jaula de Whatsapp asediados por cualquier móvil cercano o por el suyo propio. 21 millones de españoles se pavonean dentro de los barrotes metálicos del gigante comprado por Facebook. Somos la sexta potencia mundial (¡hala, te has contagiado del optimismo enfermizo del Plasmático presidente del Gobierno) de usuarios de esta mensajería instantánea (uf, qué susto). 


On fire, lectores, así estamos los nietos de Los santos inocentes, nadie daba un duro porque fuéramos capaces de situarnos en la cabeza de la senda tecnológica. Aquí estamos dando el callo. Interconectados al máximo, globalizados por los cuatro costados. ¡Rajoy! ¡Saca pecho! No hace falta que manipules más las estadísticas del paro, agárrate a las de usuarios del telefonillo verde.
Las lenguas viperinas, rancias, retrógradas, dicen que un trabajador es interrumpido por los gorjeos cibernéticos una media de cuatro veces a la hora y que pierde 10 horas al mes en distracciones vinculadas a la ornitología digital. La Universidad de Columbia (cuando estos americanos se mueven algo grave se cuece) afirma que el 68% de las empresas yankees están aplicando medidas restrictivas al efecto pajarraco. Los cavernícolas que siguen leyendo en libros con hojas cinceladas en imprentas del pasado se les ha ocurrido que los enjaulados usuarios de Whatsapp están sufriendo terribles traumas como la apnea verde (ahogarse en la ansiedad de la espera de un nuevo mensaje) o infobesidad (rastrear compulsivamente los mensajes antiguos mientras se espera la novedad). ¡Rancios que no saben ir a la moda! ¡Reaccionarios del progreso!
A veces uno tiene el hilo y le falta la aguja. Mi hilo venía de pensar que posiblemente esto de las nuevas tecnologías se estaba sublimando demasiado. Fernando de la Rosa (fundador de Foxize School) me ha facilitado la aguja con su magnífica reflexión ¿Cambio de época o época de cambio? 10 argumentos (de peso) en cada uno de los sentidos. Para el no era para tanto esgrime las ganas de los individuos de vivir en una era excepcional, las reiteradas burbujas creadas a lo largo de la Historia (fiebre del oro, El Dorado, tulipanes…), los muertos que quedan por el camino que se anunciaron como panaceas, la persistente desigualdad en ambas orillas del presumible cambio. El impacto en el mundo del conocimiento, la exponencialidad (matizada) de los cambios, las mutaciones de poder mundial que devalúan a los tradicionales (basados en ejército) y encumbran a los emergentes (basados en talento, conocimiento, digitalización) o los impactos sobre el aprendizaje y la educación son argumentos sólidos que pueden apuntar a un verdadero cambio de era.
Cierro con una expresión de mi abuela de gran concisión conceptual sin ella saberlo. Tal vez, ni don Juan ni Juanillo. Ni sublimaciones megalómanas ni menosprecios nostálgicos. 
Posdata: Gran Hermano 15 lo más buscado en el 2014 en Google. 

dimecres, 17 de desembre del 2014

GENERACIONES ESCUCHIMIZADAS



La generación mejor preparada de la historia no está siendo aprovechada por el país. O tienen que emigrar o están cobrando sueldos de miseria o están en el paro. ¿Preparada para qué?  La lástima se derrama por las aceras y lloramos a moco tendido porque no superarán el nivel de vida de sus padres. ¿Para qué estudiar? ¿Para qué esforzarse? La crisis, las políticas neoliberales, el cambio tecnológico, sumen cuantos agentes externos prefieran para desviar la diana de nuestras responsabilidades directas. El individualismo generalizado no nos deja ver más allá de nuestra nariz (sálvese quien pueda) y nos cuesta horrores encontrar soluciones colectivas. Mejor esperar que llueva maná.   
IL NULLA

El primer paso para solucionar un problema es enunciarlo correctamente. Tengo serias y fundamentadas dudas sobre la cacareada preparación de esta generación (salvo honrosas excepciones, obviamente). Una cosa es que hablemos de la generación que más tiempo ha permanecido en las aulas (la universalidad de la educación ha borrado el analfabetismo), otra bien diferente, que estén suficientemente preparados para funcionar autónomamente como adultos y superar los retos de un mundo cambiante. Los números cantan con estrépito.
La educación actual es una fábrica de jóvenes escuchimizados intelectualmente al albur de cualquier viento y cobijados en las rentas del pasado glorioso. ¿Y los que vienen? Ídem de ídem. Si no cambiamos el molde saldrá la misma figura.
Si en Secundaria no se pueden consolidar los conocimientos necesarios porque carecen de los básicos (leer, escribir), qué sucederá cuando se pone tortuoso el camino en las diferentes facultades. La universidad con su monopolio expendedor de títulos también navega entre lo recomendable y lo posible, dar papilla al escuchimizado o engordar al bien alimentado. Los números mandan y se acaba cambalacheando y timbrando títulos que no reflejan los conocimientos adquiridos.
La contundencia con que se expresa el profesor de Derecho Constitucional Francesc de Carreras nos delimita la magnitud de la tragedia.

El primer problema es externo a la Universidad, aunque decisivo por su repercusión en ella.  Me refiero a la formación que los estudiantes reciben en la enseñanza primaria y secundaria, una formación sumamente deficitaria cuando menos a dos niveles: ni adquieren suficientes conocimientos generales ni tampoco el hábito de estudiar. La responsabilidad principal es del modelo pedagógico. Un modelo en el que se ha dado prioridad a preservar una supuesta felicidad idílica del niño y del adolescente, evitarle imaginarios traumas psicológicos, subestimando así la adquisición de conocimientos básicos; y, sobre todo, no enseñándole que, en la vida, todo aprendizaje exige esfuerzo. La subestimación de las calificaciones escolares, el rechazo de la memoria como instrumento del saber y la sustitución de los exámenes por sencillos trabajos escolares han resultado técnicas perniciosas para la educación de los jóvenes. Esta filosofía pedagógica que empezó en primaria y luego se extendió a toda la secundaria ha provocado que los estudiantes accedan a la Universidad indefensos ante lo que se les viene encima: no sólo escriben muy defectuosamente, sino que el simple hecho de leer les supone un esfuerzo insuperable. Los más capacitados saben espabilarse solos; el resto, desorientado, se queda por el camino. El mal causado, en muchos casos, es irremediable: aquello que no se les enseña en primaria y secundaria es muy difícil que se aprenda después en los estudios superiores.

El estado del bienestar se agota. La pasta es escasa y será necesario revisar hasta el último céntimo de nuestros impuestos para que luzca. Hay que perseguir a los aprovechaos y buscar el rédito más alto a nuestras inversiones. No podemos mostrarnos impasibles ante la fabricación de futuros parados que parece ser el objetivo de una educación caduca y laxa. No podemos consentir que los chavales transiten por el sistema con su vagancia y sus dificultades esperando que lo solucione el siguiente escalón. No podemos estar a merced de los caprichos de los padres que defienden a sus churumbeles hasta niveles surrealistas. Fin del despilfarro que propaga un raquitismo endémico.
No es cosa de Wert (nada más), es cuestión de llamar a las cosas por su nombre.