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dimarts, 30 de juny del 2015

DESIDIA



Las mujeres caen como chinches. Una en Vinaroz, dos en Barcelona, otra en Alcalá de Guadaira, suma y sigue, Soria, Orense, a una le incendian la casa, a otra la degollan, a otra la rocían con gasolina, a otra le pegan un palizón y a la siguiente la tiran por el balcón. La sucesión de muertes se ha convertido en una rutina macabra, una normalidad asumida, un hecho inevitable, una lacra controlada. 
Es imprescindible unas gotas de desidia para convertir una realidad sangrante en costumbre. Es cuestión de quitarle reflexión al tema y atosigarlo con cifras. La opinión pública se exclama, se aburre y se deja llevar por la inacción. 

Me quedé perplejo ayer con la lectura de una noticia elaborada por la redacción de TV3 en su formato web.
Los Grupos de Atención a la Víctima de la Región Metropolitana de Barcelona han atendido en diez años 32.899 casos de violencia doméstica y de género y han tramitado más de 37.000 denuncias. Se han practicado 14.958 detenciones.
Cifras y cifras que indican la magnitud de la tragedia pero sin ningún tipo de análisis. ¿Y si las relacionamos con otros delitos?  No. Lo único que hace el redactor es ver la evolución.
La tendencia de los últimos años muestra un ligero aumento de los casos de violencia de género y doméstica en la tercera edad y entre los más jóvenes (hasta 25 años).
Y entonces llega la traca. Ante este preocupante incremento de casos los GAP “han incrementado también las charlas en los institutos catalanes”. Qué tranquilidad recorre mi cuerpo desde que conocí este aspecto. Era un tema de hablar, de concienciar, de pisar aulas, de hacer ver a la muchachada que no hay que intimidar ni maltratar a sus parejas. Por cierto, no dice nada de visitar los Centros de la Tercera Edad, supongo que ya los dan por perdidos. ¿Alguna otra medida? El supuesto periodista no recoge nada más. Ya ha cumplido con su labor informativa, con dejar constancia, con trasladar a la población los hechos, ¿Por qué sucede lo que sucede? Eso es una pregunta prohibida, difícil, con vericuetos a veces incómodos, notita de prensa sobre violencia de género para cubrir la cuota de preocupación y a otra cosa mariposa. Pero a veces se quedan cortos de palabras, hay que añadir algún final edificante.  
En un primer momento la OAV nada más trataba los casos de violencia de género en que las mujeres sufrían por parte de sus parejas o exparejas actos de violencia física o psicológica. Con el paso de los años y la mejora del servicio de los GAV ampliaron sus funciones y hoy tratan casos de violencia machista y doméstica y otros relacionados con víctimas vulnerables.
¿Mejora del servicio? En qué apoyan este argumento, ¿La nota la han redactado los mismos funcionarios? ¿Tratan? En la redacción de la noticia solo se habla de tramitación de denuncias, de detenciones y de charlas en los institutos.
La normalidad y la desidia forjan las armas del patriarcado moderno para seguir encubriendo una realidad deleznable.

dilluns, 8 de juny del 2015

PROF@S DE HISTORIA, A DAR BOLA A LAS MUJERES



Ya es hora que la mitad de la población mundial femenina del pasado saque la cabeza por las clases de Historia y se le dé bola con el mismo rigor y énfasis con el que se trata a la mitad de la población masculina. Ya está bien de tanto reverenciar a los poderosos y de ningunear a las oprimidas y lo peor, levantar los hombros con cara de gamusino y esgrimir con cara de que no tiene remedio que la Historia es así. La educación, junto a la familia y el Estado, son pilares básicos de difusión de la ideológica patriarcal.


La Historia ha sido masculina porque la han escrito los hombres, la han trasmitido los hombres y la han promocionado los hombres. Hace poco insistía el Maestro Emilio Lledó en el Intermedio que somos memoria, no somos nada sin ella, el pasado son nuestros cimientos, si están trucados y falseados por el omnipotente patriarcado no nos extrañemos de la desigualdad que se produce en el ático donde habitamos ahora. Que un hombre mande es lo NORMAL, lo ha hecho a lo largo de la historia. Si lo hace una mujer, es CONTRANATURA, la aparición de la mujer en la historia está siempre supeditada a su papel de madre o de sombra de un gran hombre.
Estamos en un momento crucial para cambiar las cosas, el mundo de la educación está mutando por culpa de la desintermediación.  Cada vez hay menos intermediario entre el productor de saber y el destinatario final, la figura de los prescritores, nosotr@s, los prof@es de historia, es fundamental para voltear la hegemonía masculina. Las nuevas tecnologías han insuflado aire fresco al cotarro y ahora se puede beber en fuentes de agua fresca hasta ahora impensables. En el tema de género hay una tarea ingente. El patriarcado tenía los canales de difusión de la cultura absolutamente blindados por medio de los curriculums y los libros de texto, con suavidad, alevosía y premeditación desterraba a las mujeres al borde del plato y ponía los manjares masculinos en el centro del estudio. En muchos libros de texto las mujeres suelen salir en las ilustraciones, en la chicha (corpus) de la mayoría de los temas de historia no se reflexiona ni una habichuela para conocer cómo vivían, qué hacían, cómo soportaban la marginación, cuáles eran sus roles, sus logros, en fin, olvido puro y duro.
Yo empiezo a forjar mi propio curriculum, por respeto al 50% del público que puebla mis aulas tengo que explicar otras cosas que no aprendí en la carrera pero que me he interesado descubrir a lo largo de mi historia. Tal como apunta Pierre Bordieu son las propias víctimas las que colaboran con los verdugos, el  50% de mujeres que puebla mis aulas está tan alienado que no se preocupa por esa marginación endémica, la encuentra NORMAL (vocablo anestésico de la conciencia femeninia). Pero yo tengo una responsabilidad sobre lo que enseño, científica y moral.
La nueva asignatura de conocimiento de la historia de la mujer podría empezar por un trazado claro sobre su papel en la cultura y los modos de apartarla tan sibilinos que ha diseñado el poder masculino. Ahí cuento con dos aliados, You Tube (el intermediador que desintermedia), y Laura Freixas, una profe clarividente que se marca una conferencia virtual de lo más aclarador. 


Primer material de calidad, hagan juego, colegas.

dimarts, 19 de maig del 2015

¡ A CAPÍTULO!



Casualmente las dos mujeres parecen encarnar dos opciones progresistas (entendiendo como conservador lo existente). Casualmente las dos mujeres han disfrutado de un gran impacto mediático, la primera por esa estampa (nunca mejor dicho) de sabia que se trabajó en tiempos de aquella gripe que nos sacó los cuartos para luego ser un bluf que llenó las arcas de las farmacéuticas. La otra mujer esculpió su estampa (otra vez) de guerrillera gracias a esgrimir un verbo fácil sembrado de latiguillos referentes a la pobreza y lo que dice el evangelio. Catalana del año, señores y señoras, que eso no se lo dan a cualquiera, si faltara algo es culé acérrima e íntima de Mas, no le falta de ná.

Después del capítulo de alabanzas (bienaventuranzas) llega el de los reproches, estas dos mujeres para mí han pecado, su falta no está en los mandamientos de la ley de Dios, sería más bien un pecadillo de Zara. Las dos monjas de moda (Caram-Forcades) no se han quitado el hábito en todo este ascenso a la cumbre de la fama. Imagínense que el señor Rajoy fuese a todos los actos oficiales con el logo de los registradores de la propiedad cosido en la solapa, o que el president Mas apareciese en actos públicos con una pegatina en  su espalda de La Caixa, o el señor Sánchez con otra del Banco de Santander, o De Guindos con una gorrita de Lehman Brothers, o Aznar con la camiseta del Madrí, o… ¿Lo entienden, verdad? Ellas han pecado de publicidad de su fe, a mí me la repanpinfla lo que defiendan pero con el uniforme oficial. ¿Por qué? Porque luego criticamos las puertas giratorias y en este caso no giran porque no hay ni puerta. Y porque quieran o no, prevarican la opinión pública, que dicho sea de paso no necesita mucho para dejarse llevar por las emociones. Si se hubiesen presentado ante el público (despojadas de todo distintivo), sin tan angelical vestimenta, no sé yo si hubiesen dispuesto de tanto predicamento y tanta veneración.
Con buen criterio, Roma, ha decidido llamarlas a capítulo. O se exclaustran o se quedan intramuros. Nada de tener una pierna en cada mundo. No duden que la mejor dramaturgia es la católica y que todo este movimiento no deja de ser un paripé de distracción de la directiva del negocio divino, les forzarán a excarcelarse para vender que son almas libres que luchan por el evangelio desde otra trinchera. A mí no me engañan, siguen cotizado en la empresa que vende cielos y hasta que no las excomulguen siguen acumulando antigüedad y otros complementos, seguro que el retiro lo cobran en el convento. Prepárense para el márketing católico 2.0.  

dimecres, 13 de maig del 2015

FHRITP



Una F al inicio de unas siglas. ¿Fundación? ¿Foro? ¿Y la H siguiente? Humanista, hedonista, herética… uf, yo qué sé. ¿RI? Rinocerontes inocentes, rompedores innatos, rastreros insolentes, rencorosos ilimitados.  Con las dos últimas ya me rindo. Ni he dado ni una, todo agua.  
FUCK HER RIGHT IN THE PUSSY. Traducido: Le follaré bien el coño. Tantas disquisiciones para acabar con un exabrupto de lo más chabacano. La frasecita se ha convertido en viral y estaba haciendo estragos en los Estados Unidos de América. Se preguntarán cuál es la gasolina que mueve a miles y miles de ciudadanos de la civilización más puritana del universo a buscar en el You Tube y  afiliarse a semejante ordinariez. 
Un presentador destinado a cubrir la noticia de una chica desaparecida de 20 años, cuando el cámara deja de grabar, se suelta: No me importa si tiene 20 años, me la follaría..No me digas que tú no te la follarías.. Quizás sea lo que haga cuando la encuentren, le follaré bien el coño!. Solo falta la mecha, un descerebrado de Cincinatti que coge el micro de otra presentadora y suelta el FHRITP extendido. Y a partir de ahí, la moda, el jueguecito patriarcal, el baboseo de toda la vida. Qué divertido, ponerse detrás de una presentadora de deportes para aprovechar su indefensión y degradarla a la condición de objeto sexual, obligada por el directo tiene que aguantar el micrófono y al memo que a sus espaldas quiere obtener un gramito de gloria. Aquí lo vi en una final Barça-Bilbao hace unos años, pero no había lema de por medio, era todo más gráfico, más garrulo.


Shauna Hunt, periodista de la cadena City News de Canadá tuvo los ovarios de encararse a los graciosos abyectos que fhriteaban a sus espaldas, les recriminó su machismo recalcitrante y su mala educación galopante. Jugó con sus mismas armas, aprovechando el directo, aprovechando también las pocas neuronas disponibles y esa chulería tan masculina, ya que meto la pata, la meto hasta el corvejón. Perfecto. Los directivos de la empresa de suministro de electricidad Hydro One, después de contemplar la edificante escena en la que participaba uno de sus trabajadores, han decidido con excelente criterio darle puerta al muchachito para que haga las gracias en la intimidad de su lavabo. Tolerancia cero. Creo que es una magnífica forma de cortar los brotes machistas de raíz, todos estamos implicados, no solo los jueces, me imagino que el próximo fhritpista que se le ocurra colocarse detrás de una presentadora se lo pensará un par de veces.

dilluns, 4 de maig del 2015

MATERNIDAD: REVISIÓN DE PROGRAMAS



Lo hice el 19 de marzo con la paternidad y me parecía imprescindible ocuparme de la maternidad después del vendaval de pastelitos, ramos de flores y alabanzas observadas durante el día de ayer. En tiempos de zozobra de la estructura familiar, de reorganización y cuestionamiento, la figura de la madre no puede quedar intacta (ni quedará). Lo que hay debajo de una madre es una mujer, puede que haya veces que sea difícil de identificarla, queda sepultada por las obligaciones y los prejuicios, los tópicos y los intereses perversos que ha sabido vender el patriarcado para que se identifiquen las dos (mujer y madre) buscando una fijación al rol paralizante y obediente. En los nuevos tiempos empiezan a escucharse voces disidentes que cuestionan la línea de acero que lleva a las mujeres a ser madres. Ni son unas egoístas, ni se pasa ningún arroz, ni hay llamadas extraplanetarias para no dejar extinguirse la especie. Es una opción y que puede ser vivida de muchas formas, la uniformidad de pensamiento empieza a resquebrajarse no sin dolor para las que atentan contra estructuras tan ancestralmente aceptadas. 


La familia ha sido la difusora oficial de las ideas patriarcales, vivero de experiencias desde el segundo uno de las existencia del recién llegado (niño o niña) que marca y condiciona sus programas cerebrales para una perpetuación perfecta del dominio masculino. El hombre produce y la mujer se ocupa del mundo de los sentimientos, de la intendencia y de la retaguardia (fregar, planchar, cocinar…) Madre no hay más que una (evidencia trucada de cadenas), si no eres madre no puede entender, madre incondicional, madre abnegada, madre que da la vida. Las losas se acumulan sobre los cerebros de las mujeres y en muchos casos levantar el peso es imposible. Pero insisto, las nuevas realidades familiares condicionadas por la libertad en la elección de pareja (madres biológicas, madres sin hijos, madrastras), por la incorporación (todavía deficiente y mal pagada) de la mujer en el mundo laboral (huida de las madres atadas a la pata del hogar) y por un individualismo que exige la felicidad aquí y ahora (madres con inquietudes, madres que no vinculan su felicidad a la crianza) desvinculándose del ideal Sagrada Familia católico, empiezan a desarticular circuitos y a generar las bases de una nueva maternidad.
El acto de amor de la maternidad no puede ser verdadero si se rige inexorablemente por la incondicionalidad (cuidado que llegan los hijos tiranos), por las obligaciones sociales (madre y padre pueden intercambiar funciones sin demasiado problema y no hay cajones estanco para nadie), por las necesidades de recompensas que pueden derivar en sobreprotección y esclavitud. La maternidad debe ganar en libertad, en opcionalidad, en diseño personal, en desvinculación con los anuncios ñoños.
En fin, esto solo era un esbozo, una reacción a la ortodoxia que proviene de otros siglos. Le dedico este escrito a mi madre, lleva muerta más de veintisiete años, cada vez que me quería me hacía más débil, cada vez que era más madre era menos mujer. Agradezco sus esfuerzos y su dedicación, desde la libertad que da su ausencia, porque la gratitud suele ser silenciosa y para adentro.