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dilluns, 29 de juny del 2015

VÓMITO NEGRO



Déjenme que vomite a gusto. Es la única manera de poder liberar la ignominia que cruza nuestro tiempo. El último alimento podrido es lo que sucede con Grecia. Qué semanita hemos pasado, tragando las caras de los gerifaltes del negocio europeo apestadas de hipocresía barata, esa pose de inquisidores máximos, de responsables excelsos que miran a sus acreedores como perdonándoles la vida, haciendo ver que querían un acuerdo con Tsipras y los suyos cuando lo que pretendían es que o se bajara los pantalones o se enfrentase a su pueblo volviendo con los bolsillos vacíos. ¡Todavía hay tiempo! ¡Es posible un acuerdo! Mentirosos de mierda, la deuda griega no la pagan los griegos ni que les toque el Euromillón, ni que recorten prejubilaciones ni que suban el pan ni que alquilen el Partenón para bodas, bautizos y comuniones. Pantomimas para analfabetos, circos para indocumentados, maquillaje para tapar dos universos irreconciliables. ¡Ni un solo número en pantalla!(aquí les dejo los del perico Gay de Liébana)
Señores y señoras, no le den más vueltas, Europa está muerta, es una entelequia que da un poco de pan a cambio de llevarse todo el trigo. Mientras por una puerta entraban los griegos con sus números rojos por la otra salía Cameron esgrimiendo un referéndum para la permanencia (cuotas de poder a repartir con los alemanes). En el ano de la gran Europa siguen muriendo miles de seres humanos (¿seguro?) que huyen de la guerra y del hambre, subidos en vallas humillantes o en pateras denigrantes. Europa muda, la pobreza asusta. Último punto del orden del día. Para qué tanto ministro y tanta reunión si al final deciden dos o tres, los del norte rico, los mercados, los fondos buitre, los americanos. Nosotros, los héroes de la recuperación económica,  mendigando compasión a cambio de silencio, Rajoy, líder.
OSCAR DELMAR-YELLOW ROOM

Y siguen los vómitos cuando escucho a Pedro Sánchez, heredero de los que no pronunciaban la palabra crisis ni a tiros hasta que se nos echó encima a lo bestia, hijo putativo de los que firmaron sentencias de muerte en una noche sin consultar con el pueblo (el referéndum de Tsipras calibra valentías), lo escucho prometiendo el oro y el moro para llegar a la Moncloa y volver a las andadas. Y vomito sin límite cuando escucho al bobo de Rajoy y su grupito de babosos agarrándose a una recuperación económica que solo llega para los del Ibex. Y vomito con todos los que califican de extremistas a los de Podemos o a las nuevas alcaldesas cuando mueven alguna ficha por paliar la pobreza o los desahucios. Rebuscando tweets en lugar de buscar soluciones. Los paupérrimos griegos tienen a Varoufakis batiéndose el cobre por su país y nosotros a De Guindos intentando recolocarse en la UE con un puesto vitalicio lejano de las trincheras. Montoro dando lecciones de austeridad con su Valencia y su Castilla-León hundida de deudas cuando gobernaban los suyos.. El Papa redactando encíclicas bellísimas mientras los pederastas se suben las sotanas y los iglesias no pagan IBI. Los independentistas catalanes más relevantes viviendo como reyezuelos y abriendo embajadas por el mundo mientras hipotecan el país (ese que no se quitan de la boca) vendiendo edificios y concesiones claves.
Déjenme vomitar a gusto, la única forma de combatir a los que se creen que no nos enteramos o que no nos acordamos.

divendres, 26 de juny del 2015

RATONES CAMINANDO ENLOQUECIDOS EN LA RUEDA

La imágen es brutal. Somos todos nosotros. ¿Objetivo? Que no pare la rueda. La he extraído de la Contra de la Vanguardia de hace un año, magnífica entrevista a George Caffentzis, filósofo y activista de largo recorrido. La junto con la de otro Maestro cinco estrellas en el diario.es, Rafael Arguyol, pensador (qué manía con el pensamiento, en lugar de coger como ejemplos futbolistas o tronistas o concejales de urbanismo).

Se ha proyectado un ser humano que vive una especie de hedonismo simplón que no se sabe leer ni mirar y ni gozar. En mi opinión vivimos en un vértigo inmovilizador, estamos en un pseudohuracán, pero nunca somos capaces de meternos en el ojo del huracán donde hay la calma suficiente para ver la complejidad y la belleza del mundo que nos rodea. 

Vértigo, pseudohuracán, seres humanos arrastrados por la sinrazón. Consumir y gozar. Y tampoco.

Yo veo que la gente está completamente estresada en sus propios goces y placeres; tampoco sabe gozar, por tanto es un hedonismo chato, en el que el hombre acepta ser reducido a producto que consume y es consumido y cuyo tiempo de duración, como el de los productos que nos rodea, esté limitado por su fecha de iniciarse en la producción de consumo, y su fecha de muerte por la producción y el consumo. Es decir, un poco después de nacer, porque a los niños se les convierte rápidamente en consumidores, y antes de morir, porque quedas impotente para consumir. 



La rueda no para mientras los ratones sigan descerebrados empujándola. Si alguien se suelta de las manos (responde, se niega, se quiere bajar), el capitalismo patriarcal lo envía a tomar por saco. ¿Pararla? Todo el mundo insiste, la llave del motor la tiene la cultura, el pensamiento, el arte, la poesía, el silencio, todo lo que reclame la vuelta a las raíces, a buscar la felicidad compartida, común (qué dices mamarracho, estamos en tiempos de codicia). Nada de utopías. La policía secreta nos vigila para que sigamos saltando de barrote en barrote, desde el inicio del día hasta que cerramos los ojos. Entra en el subconsciente y se lo come. Más, más, desarrollo, aumento del PIB, muertos en Lampedusa, es igual, gira y gira. El autor de la imagen que dio inicio a mi reflexión vuelve a la carga con una pregunta inquietante.

La representación de la autoridad capitalista está en cada rincón de nuestra vida, en nuestros hogares, colegios..., y en las relaciones sociales nos debatimos entre la sumisión y la rebeldía. ¿Quién ganará?

La lucha es cuerpo a cuerpo, nada de bombardeos a larga distancia (o sea, teorías).




dilluns, 1 de juny del 2015

¡BASTA YA DE PAVADAS!



Advirtió que seguramente sería la última vez que lo veríamos, no por ganas, sino porque a los ochenta años los planes tienen escaso recorrido, todo se tiñe de condicional (también pudiera ser a los veinte pero nos consuela el sesgo de eternidad). Y aún así vino con ahínco, con la responsabilidad de toda la humanidad a sus espaldas encorvadas por una vida llena de lucha. Tres mil personas, quinientos dentro y dos mil quinientas fuera, escucharon atentamente lo que tenía que decir Pepe, en el Casinet de Hostalfrancs. Habló del hambre, con esa ironía tan uruguaya dijo que para los dueños de verbo político tres comidas al día no eran para tanto, el 2015 era una fecha que se habían propuesto los magnates del  ilusionismo global para acabar con la pobreza. Promesas de cara a la galería, hoy dice el diario que se ha reducido, pero todavía mientras escribo mueren personas por no tener el pedazo de pan que mis alumnos tiran alegremente a la hora del patio.
Saldremos para adelante, no para atrás. Mujica expresaba con simplicidad que la globalización y los avances tecnológicos son irreversibles, nuevos escenarios y nuevas oportunidades que siempre destroza un enemigo común a lo largo de la Historia, la avaricia. Se tira más que nunca, se acapara más que nunca, se destroza el medio ambiente a un ritmo frenético. Pepe expresó con la emoción a flor de piel cómo la Humanidad es capaz de romper las fronteras de la ciencia y caer en los infiernos de la desidia y la desigualdad más brutal.
Una puya para esos jóvenes que estirados en el sofá proclaman que no tienen futuro. La juventud es la energía, la lucha, el deseo de cambio. Bramó contra el seguidismo de las masas y se mostró favorable al pueblo que guía a sus líderes, a sus responsables políticos, no los que vienen a “llevarse la plata”.

Sentí emoción de estar allí, de verlo y de sentir que hay alguien que antes de desaparecer se despreocupa de sus intereses y define con rigor lo que sucede: El mundo se divide entre los que se comprometen y los que no. He sentido pena de revisar los diarios de hoy y ver que lo único que le preocupa a esta “astuta, rica y vieja Europa” (que definió Pepe) es la pitada contra el monarca, que la hija de la Pantoja estuvo media hora a solas con su novio en un reality show o cualquier declaración procedente del circo de los pactos postelectorales.
Hasta en los exabruptos estuvo acertado Pepe: ¡Basta ya de pavadas!

dimecres, 6 de maig del 2015

FÁBULA DE LOS LISTOS LLORONES Y EL INCULTO AVISPADO



Había una vez un país lejano (mejor que no se identifique) en el que vivían millones de listos. Desde que entraron en la escuela les dijeron que si aprendían y aprendían, obedecían y obedecían, llegarían muy lejos. Y ellos, alumnos dóciles y aplicados se dedicaron a empollarse todos los saberes como si fuesen jarabes para ser ricos. Y llegaron a la universidad, oh prado verde de las esencias de la inteligencia, un año disfrutando del la verdor de la sapiencia magistral, dos años entregados a la ciencia y sus familias apoquinando para que el futuro les devolviera los intereses, tres años de sudor y lágrimas para superar los insuperables exámenes que les endosaban sus ilustres catedráticos, cuatro años para poder llegar al Olimpo del mundo laboral y desde allí proyectarse hacia la opulencia. Ay incautos listos, llegó una crisis horrenda y los dejó sin sueños, nada de lo que les habían prometido se cumplió y se encontraron rondando la treintena con la precariedad y el futuro negro. Y se fueron por los platós a llorar, a visibilizar su pena, a explicar sus penurias de timados con carrera. Lágrimas y lágrimas, amenazas con irse a otros lugares más halagüeños, lágrimas y más lágrimas, esperando que alguien les devolviera el sueño en papel de celofán.

En el mismo país nació unos años antes un inculto labriego. Aquel país era oscuro, lúgubre, preso, analfabeto. El inculto labriego no se le ocurrió otra cosa que timar al ejército cuando fue a la mili, sisaba armas que compraba un enemigo oficial a buen precio, cuando lo descubrieron puso pies en polvorosa. Pero de tan inculto se las ideó para atacar al reyezuelo de todo el universo conocido, cómo lo haré pensó para sus adentros, cómo desbancaré su poder soberbio para hacerlo besar el suelo por el que piso. El inculto se las ideó para engañar al señor del dinero con trampas propias de los ladrones más sagaces y con el dinero que afanó se dedicó a subvencionar otros incultos pobres pero valientes y arrojados que quisieran romper la tiranía de los señores del dólar. No lloró ni una gota. Combatió y ejerció una inteligencia (de esa que ahora llaman natural) para poner al enemigo contra las cuerdas.
El domingo en televisión pasaron una breve síntesis de la fábula (Salvados y El Objetivo).
Moralejas posibles: No por mucho llorar se hace más pupa al poderoso. Más vale ingenio en mano que teorías volando. Al Dios del dinero arreando y con el timo dando. Quien bien llora no consigue curro….

dimecres, 29 d’abril del 2015

SITUACIÓN POR SITUACIÓN



Desde el 2008 (inicio de la crisis) se han producido cambios, después de siete años ya podemos empezar a interpretarlos y a descifrar (con más claves) el futuro (sin bola, por supuesto).
La contracción de la economía mundial por culpa de una estafa en el centro del sistema económico se trasmitió globalmente por todo el planeta y como no podía ser de otra forma perjudicó a los más desfavorecidos y benefició a los más ricos que se aprovecharon de las debilidades ajenas para engordarse la faltriquera un poquito más. Nada nuevo. El expolio sucedió durante un estado de anestesia generalizada. Cuando el conjunto tomó consciencia del desfalco y del futuro negro que se cernía se seguía descendiendo aparecen los movimientos de indignación (15-M), poco a poco se creó una conciencia entre los perdedores que intentaron frenar al ogro neoliberal (por llamarlo de alguna forma) articulando soluciones políticas (o sea, aceptando las reglas del sistema) alternativas que han cuajado en Grecia y que esperaban gobernar en España. Pero algo inesperado se ha producido en los grandes proyectos transformadores, un frenazo (lógico), Varoufakis ha sido relevado en las negociaciones con la UE y Podemos empieza a perder fuelle.
El “militante investigador” Miguel Benasayag (ver magnífica entrevista en el Diario.es) nos manda un ejercicio de inicio: “ya no funciona la idea de que tu situación y realidad concreta – y lo que debes y puedes hacer desde ahí- se puede explicar o deducir desde un universal exterior a ella”. Estamos según él en lo que se podría calificar como el triunfo de la dispersión. Ya no podemos esperar que caiga el maná ni que venga la religión, el Estado, las ideologías, las filosofías o las demagogias a darme las coordenadas de actuación. El mundo se ha fragmentado y cada molécula debe buscar su solución justa. Benasayag introduce el concepto de situación.

Unidad que permite volver a territorializar la vida, el pensamiento y la acción.

Es cierto que ante cada una de las situaciones oponemos una forma de entender el mundo que engloba muchas sabidurías previas, pero ahora corresponde aplicarlas al hecho concreto al que me enfrento y que vivo hoy, aquí y ahora. Muchos son los que rehúyen este combate, esperan que lleguen las mayorías tranquilizadores, las estructuras supremas (siempre arriba) que siempre aceptaron como poderosas y no quieren entrar en el cuerpo a cuerpo que requiere este momento de la Historia.

FEDERICO INFANTE

Resistir no es sólo oponerse, sino crear, situación por situación, otros modos de vida y otras relaciones sociales.

En un mundo que tiene como dios supremo la felicidad y el placer, el conflicto parecía desterrado, Benasayag le reconoce capicad creadora y lo sitúa en la base de la vida y del tejido social (separándolo de otra palabra que no significa lo mismo: enfrentamiento). España entrará en breve en este proceso, cuatro fuerzas políticas que litigaran por el poder (Benasayag prefiere hablar de gestión del mismo) y que tendrán que buscar equilibrios si no quieren acabar en guerra (lo que siempre auguran los poco acostumbrados al pacto).
¿El futuro? Los procesos de cambios sociales son largos (un análisis somero de la Historia así lo atestigua), nada de darle la vuelta al calcetín en unas elecciones, en una legislatura o en dos. Según Benasayag la clave está en crear una racionalidad más compleja, más rica y menos lineal. Amén.

dimarts, 24 de març del 2015

NO PODER PODER



Nuestro pequeño mundo es muchas veces una ciénaga (me inspiró la película del mismo título dirigida por Lucrecia Martel y que se proyectó ayer en el ciclo Amigas coordinado por Laura Freixas). Un lugar hostil en el que se paraliza toda lógica y por mucho que nos esforzamos en escapar no conseguimos otra cosa que hundir nuestro peso en un lodazal inexorable. Nos revolvemos espasmódicamente intentando evitar el fatídico momento en el que la boca y la nariz se convertirán en autopistas de excrementos que nos pudrirán irremediablemente. Solo acierto a intuir una solución. 


Una cámara externa al proceso, suspendida en la nada, que nos revele poco a poco cómo pudimos llegar hasta allí y detecte una salvadora reja de salida. En la película, nada de nada. En la realidad, casi igual. Las arenas movedizas tienen mal negocio y no dejan escapar a los incautos. La cámara es metáfora de un pensamiento elevado, aéreo, ajeno. Las ideas terráqueas surgidas de la atmósfera de la ciénaga no tienen fuerza liberadora. Advierto que para accionar el mando de la cámara es necesaria una fe que ejerza de disolvente. Dentro de la ciénaga los grumos paralizan el cerebro de sus sórdidos habitantes. Unos se ponen en manos de la inacción que bebe del futuro, otros se encomiendan al positivismo sin fundamento, a los dioses de sus ancestros, a la nueva idolatría del dinero, al insaciable y artificial sexo pornográfico. Una mayoría confía en las pistolas y sus derivados, la violencia es inofensiva cuando la gravedad hunde el cuerpo que la genera.
El sistema capitalista nos inocula la tiranía sobre nosotros mismos. El verbo poder (nosotros lo tenemos que poder todo) reina a sus anchas, ya nadie nos subyuga, se acabaron los negreros externos, para qué, ya tenemos uno dentro que nos esclaviza a tiempo completo. El plenipotenciario poder ha arrinconado al caduco deber. El deber rendía cuentas en el exterior de nosotros mismos, se podían expiar las culpas con una oración, una disculpa o una multa. El verbo poder nos arrincona a una endémica frustración. Tal como explica Byung-Chul Han en su libro La agonía del Eros andamos sumergidos en una ciénaga construida con un narcisismo irrespirable (ego absoluto y ausencia de alteridad), dominada con el látigo del éxito y la producción, sufrida como una depresión global y amasada con una igualación perversa que combate las singularidades. La ortodoxia somete la soluciones liberadoras a un dictado previsible. Las sogas nos aprietan hasta forzarnos un cansancio vital (insolvencia física califica el pensador coreano) que nos hace mutar de seres vivos a meros supervivientes. 

El superviviente equivale al no muerto, demasiado muerto para vivir y demasiado vivo para morir.   

La única esperanza según Byung-Chul Han debemos ponerla en el Eros, arranca al sujeto de sí mismo y lo conduce fuera, hacia el otro. Aunque agoniza en la ciénaga, hay un tímida esperanza.  Hoy solo un apocalipsis puede liberarnos, es más redimirnos, del infierno de lo igual hacia el otro.