- Cristina, tu nombre está de mal
fario.
- ¿Qué dices, profe?
A las ocho de la
mañana las neuronas de estos jovencitos que pueblan nuestras aulas van al
ralentí. Fario es una palabra que no contienen sus diccionarios pero a un
servidor le gusta tocarles la pera y que aprendan aunque sea por repetición
extenuante.
- Día histórico, alumnos míos.
- Sí, profe, ayer ganó el Madrí.
- No es por eso, tarugo.
- ¿Qué ha pasado algo grave?
- Cristina, tu nombre está de mal
fario.
- Ay, profe… para con tus
bromitas.
Miro a los treinta
gamusinos, ni zorra idea de la imputación de la princesita. Dos mundos no son
compatibles, el suyo tiene otros ídolos y otros villanos.
- Ayer se murió Izaskun, la de La
que se avecina. La vieja porrera. ¿A que es eso, profe?
- ¿Izaskun se llamaba Cristina?
La propietaria del
exabrupto es la más pasota de la clase, confiesa en voz alta que se tiene que
tragar las noticias cuando desayuna porque su madre no cambia la tele. Muestra
sutil de la importancia del entorno en la educación de nuestra juventud.
- La van a enchironar…
- No, no… está imputada.
Sus neuronas se
aceleran cuando ven la posibilidad de un chiste.
- Vaya putada, ¿no?- el crápula
del grupo lo remata para apropiarse de las risotadas del grupo, se alimenta de
eso.
- ¿Alguien sabe qué significa
imputada?
- Que le han hecho una putada- el
tontodelhaba no quiere soltar el protagonismo intentando estirar una broma como
un chicle gastado.
Explico la
diferencia entre denuncia, imputación y sentencia de culpabilidad. Y
aprovechando el minuto de atención destaco que la trascendencia de la
imputación está en que es la hija del Jefe del Estado. No saben que el Rey no
puede ser juzgado igual que el resto de los ciudadanos.
- O sea que puede hacer lo que le
dé la gana- desde el córner del aula dispara un marroquí.
- ¿Y Mohamed VI?
- A los que le juzguen les corta
la cabeza.
Luego hablamos de
Corinna. Aquí ya saben más. Pero no les ha dado tiempo a leer el tema de las
comisiones de armamento. Ya los voy viendo como pierden fuerza poco a poco, fue
bonito mientras duró. Ciudadanos informados, críticos, reflexivos, vinculando
conocimientos. La realidad es otra. ¡Qué putada!
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