dijous, 19 de desembre del 2013

EL DESPIPORRE NACIONAL



Berlanga te necesitamos, vuelve. Si nos tomamos en serio la realidad casposa que nos atosiga podemos enfermar. Uno de los remedios para subsistir es el escapismo humorístico. Déjenme que les ayude, tómenme como una cápsula de evadir penas y adentrémonos en el apasionante mundo de la Sagrada familia (me ha quedado mesiánica la arenga). Obviamente me refiero a los Aznar (Ansar)-Botella (Bottle). Este país es muy ingrato con sus salvadores y el mundo del arte siempre ha estado dominado por izquierdosos envidiosos que no han querido retratar el poder aunque hayan vivido de él (puya subliminal). Qué valor podría alcanzar un retrato de José Mari con su bigote hierático en una subasta de Christie’s. ¿Subido a caballo estilo conde duque de Olivares? Les veo un morbo deleznable. ¿Con una copa de vino en la mano? Serán viciosos… ¿PedroJ en liguero en el fondo de cuadro conspirando? Los ojos me hacen chiribitas y se me inundan de dólares, me he reencarnado en el tío Gilito. ¿Y por qué no estirar a la Botella en un diván? ¿Desnuda? Y vestida también, no me digan que no es Maja. Ya sé que eso del destape es más del Interviu y menos de los del Opus. Cambio de planes. Lienzo a lo Van Eyck tapados hasta el moño. No se preocupen que a doña Ana le quitamos el bombo y a don Giovanni le ponemos mostacho. ¿Hace? Empiecen a pujar, malditos.
Los novelistas de este país no tienen perdón de Dios. Ninguno ha tenido suficiente imaginación para meterse en ese excelso hogar de los Aznar y narrar los días anteriores a la foto de las Azores, no sé, imagínense un diálogo entre marido y mujer en inglés shakesperiano, o americano tejano, tanto da, no superaría las tres palabras bien pronunciadas. Agiten su imaginación escritores de pacotilla para describir el mítico momento en que Anita elige la corbata de su José Mari declamando To be or no to be. ¿Y si lo pronunció en catalán? Ah, no, ya no interesa engañar catalanes. Vilas, deja de hablar con Dios de una puñetera vez y haz los deberes.  

No sé qué leches están haciendo Almodóvar, Alex de la Iglesia o el denostado Segura para no filmar ipso facto, con el mejor espíritu berlanguesco, una de las bodas más surrealistas que se han celebrado en España desde la de los Reyes Católicos (que tuvo que ser sonada). Hablo de la de Anita Aznar y Alejandro (Ecclestone) Agag. No me digan que no ven a Sazatornil o Agustín González como Bigotes, Arturo Fernández de Correa, Norma Duval de Esperanza Aguirre o Jesús Puente de Berlusconi. ¡Acción!
Y la música también tiene delito, cómo puede dejar pasar una fuente de inspiración tan soberbia como la del vástago primogénito de la Sagrada Familia. No me digan que ni un chotis dedicado al castizo José María Jr. Ni una coplilla del incisivo Krahe. Tendrá que bajar del infierno Chavela para cantar con voz cazallosa y tequilera una ranchera que empiece así: “Con los pelos que se ha dejado por ti y han sido muchos, me parece impresentable lo que has hecho o no has hecho. No se merecía esta decepción.”
Mientras se despiertan las musas del arte español llamo a Gerardo Rueda para que vaya preparando un cuadro tenebrista del cortijo de Blesa. ¿Ha muerto? ¿Y con quién se iba a repartir la pasta el Padrino Aznar?

3 comentaris:

  1. Quevedo no describiría mejor tanto esperpento. Esperemos que algún día les llegue la hora. Enhorabuena.

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    1. Muchas gracias, Antonio, aunque creo que para ambos en Enhoramala...

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  2. Quevedo no describiría mejor tanto esperpento. Esperemos que algún día les llegue la hora. Enhorabuena.

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