La
realidad es clara y meridiana: el divorcio es una ruina. En tiempos de crisis
las estadísticas no engañan, se han aplazado las patadas en el culo al cónyuge
hasta que amaine. Seguimos juntos hasta que la
muerte nos separe y si puede ser que venga pronto porque ciertas decisiones trascendente hoy en día no se pueden costear. Vuelvo a escuchar a mi
alrededor voces conservadoras que juzgan que la gran cantidad de parejas divorciadas no era más que otro caprichito más de los tiempos en que vivíamos por encima
de nuestras posibilidades. La peña cambiaba de pareja como de jersey y como no hay
mal que por bien no venga, las estrecheces han obligado a soportar los
ronquidos y las incomprensiones, a conceder segundas, terceras y enésimas
oportunidades a parejas sin remedio. El sacrificio abnegado que conduce al amor
(eh???) más puro (esclavo).
Si
rascamos un poquito emergen razones menos simplistas y más escabrosas para el
descenso acentuado de la disolución del sacrosanto matrimonio. Llueve sobre
mojado, la crisis se ceba en una de las partes de la contienda, la más débil, la más indigna. Platón y Kant ya relacionaron la dignidad con la autonomía. Virginia
Woolf dispara la flecha que debe impactar en la diana de la libertad de una
mujer: “Sólo la mujer que puede contar
con una renta propia es capaz de ser dueña de su voz.” ¿Cuántas mujeres no
disponen de los recursos suficientes para apropiarse de su voz y decidir con
quién quieren estar y con quién no? ¿Y
hombres? Pues también. Un profesor de literatura contemporáneo a Woolf
argumentaba que “un chico pobre en
Inglaterra no tiene más posibilidad de alcanzar la emancipación intelectual de
la que nacen los grandes libros, que la que podía tener el hijo de un esclavo
ateniense”. La Woolf replica: “la
independencia intelectual depende de cosas materiales (…) y las mujeres ha sido
siempre pobres (…) las mujeres han tenido menos libertad intelectual que los
hijos de los esclavos atenienses (…) por eso he insistido tanto en la necesidad
de tener dinero y un cuarto propio”.
La
lucha por la igualdad de oportunidades de las mujeres se ha estancado por la
inhalación de humo procedente de las múltiples explosiones de la crisis (igual
que el ecologismo y otras grandes causas). Las caritativas intenciones del
zapaterismo y sus rimbombantes Ministerios de Igualdad (más diseño que chicha)
fueron un bluf que no han sostenido los representantes de Confloresamaría del
Gobierno actual. Las mujeres a criar a sus hijitos y a ponerle las zapatillas a
su maridito cuando vuelve del trabajo (fuente de ingresos familiar). Y si no
hay amor, hay necesidad.
“Todas las mujeres juntas deberían echar
flores sobre la tumba de Aphra Behn, que se encuentra, escandalosa pero
justamente, en Westminster Abbey, porque fue ella quien conquistó para ellas el
derecho de decir lo que les parezca. Es gracias a ella-pese a su fama algo
dudosa y su inclinación al amor- que no resulta del todo absurdo que yo os diga
esta tarde: “Ganad quinientas libras al año con vuestra INTELIGENCIA”.”
(Fragmento
de Una habitación propia de Virginia Woolf)
Felicidades!!!
ResponEliminaRepresento a un colectivo que agradecería enormemente tus palabras. Una pena estar tan distanciados, que no distantes, me hubiera gustado que las escuchasen (las copiaré).
La pobreza y la incultura, son amigas inseparables de la esclavitud.
Un beso
A qué colectivo perteneces? Adónde tengo que ir?
EliminaUn colectivo de mujeres, están en Andalucía. Ya me ocuparé yo de que tu entrada les llegue, Has dicho todo lo que pienso, hasta las comas, pero mucho mejor que puedo decirlo yo, gracias.
EliminaUn beso.
Me gustaría que me des noticias de ellas, su feed-back...
EliminaUn poco duro, pero no por ello menos cierto, eso de que "seguimos juntos hasta que la muerte nos separe."
ResponEliminaViolencia de género siempre ha existido, pero con la crisis ¿se acentúa de igual forma que bajam los divorcios?
Ahi lo dejo.
No tengo estadísticas pero los maltratadores tienen la sartén por el mango. La falta de fondos para combatirlos y la poca dignidad (autonomía) de las víctimas juega a su favor.
EliminaUn poco duro, pero no por ello menos cierto, eso de que "seguimos juntos hasta que la muerte nos separe."
ResponEliminaViolencia de género siempre ha existido, pero con la crisis ¿se acentúa de igual forma que bajam los divorcios?
Ahi lo dejo.