Hoy
toca hablar del amor. Velitas, cancioncilla melódica, mariposas volando por el
estómago (excelso requiebro cursilero)…. ¡Basta! ¿Esto es Voz Ácida o una
sucursal de algún programa insustancial de la MTV?
El
amor es algo tan confuso como extendido por el planeta. Histórico y vigente.
Antes de enrollarme más prefiero refugiarme en las autoridades. Define el
diccionario de la RAE:
Sentimiento intenso del ser
humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro
y unión con otro ser.
Ya admiten los sesudos académicos que existe una NECESIDAD. Como somos
insuficientes buscamos en el otro que complete el vacío. Detrás de los
corazoncitos y las flechas del caprichoso Cupido se esconde una sibilina
transacción comercial. El diccionario de los diccionarios recoge catorce
acepciones del palabro, tantas como caras del poliedro. Y además hay
expresiones y locuciones que aportan más leña al fuego.
Sentimiento hacia otra persona
que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión,
nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
¿Naturalmente? A veces se dicen te quiero personas que se repugnan. Qué
categóricos se vuelven los definidores. Y
erre con erre con el tema de completarse. Esta acepción añade el tema de
la reciprocidad (cómo se mide, quién tiene la balanza), la alegría y la energía, comunicar, crear… No
se estarán pasando los académicos con las exigencias, no serán demasiadas
cláusulas (algunas de ellas abusivas) que harán imposible el temita. Me quedo
con la cuarta acepción, al grano, señores y señoras.
Tendencia a la unión sexual.
Avanzándome al ínclito ministro Wert que quiere implantar una
asignatura de cine en los estudios venideros (¿habrá vida después de sus
leyes?) les paso el corto DIME QUE YO, ilustrativo de lo expuesto anteriormente.
Les (me) quiero.
" dime que no vas a dejar que te abandone"
ResponEliminaMe gustó tu entrada, no es habitual encontrar este desvarío en tu blog, pero me gusta saber que también opinas sobre amor.
Yo también me quiero. Un besote
El amor ( o sea, el egoismo) mueve la mitad del mundo. La otra, la envidia (o sea, el egocentrismo). Besotes.
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