Entre
el interino y yo se ha creado una complicidad. Me reconoce una autoridad (que
viene del saber de la experiencia) y yo le reconozco un interés por aprender
(curiosidad). Deliberadamente le dedico mi tiempo (recreo) y mis palabras. No
es la primera vez que me sucede, sí
llámenme reincidente, tengo una cierta debilidad por estos compañeros que
tienen la difícil tarea de trabajar en varios institutos al año y recoger toda
la basura que genera el sistema.
Éste
llegó a medio curso. Media jornada la dedica a impartir Ciencias Sociales (es
licenciado en la materia) y la otra media a Educación Física. ¿Por qué?
Cambalaches administrativos que dejan claras las intenciones de los rectores
educativos del país (tapar huecos y que no se note).
Ayer
me confesaba en la sala de profes sus intenciones para el año que viene. Desde
que se ha aprobado el decreto de plantillas en Catalunya (poder para el equipo
directivo en la elección de profesores) hay un movimiento de vasallaje larvado
entre los interinos para reclamar a los directores que les aseguren la plaza
con el eufemismo de que cumplen con el perfil del centro. Una canallada, una
forma de nepotismo encubierto, la tiranía de los mediocres, un escarnio y una
desfachatez. ¿Te has quedado a gusto? No, es la generalización de la ignominia,
la pérdida de la dignidad, el mamoneo y el lameculismo más rastrero…. ¡Basta!
¡Basta! Te aceleras y acabarás rajando contra la monarquía. Cíñete al guión.
- -Si me tengo que bajar los
pantalones, me los bajo. Estoy dispuesto a todo. Yo ya estoy en ese punto. No
hay solidaridad entre compañeros. Yo ya me he visto agotando el paro y sin un
duro. No he estudiado una carrera para acabar en un comedor social. Puedo
volver a casa de mis padres pero no me da la gana, es una derrota. Ya sé que es
muy triste tener que mendigar una plaza y lamerle el culo a la directora. Yo
soy un buen profesional. ¿Tú qué harías?
La
velocidad de disparo de las palabras, la pasión con la que expone sus
argumentos, la necesidad de buscar mi complicidad denota que está dominado por
la angustia. Yo no doy consejos, el muchacho es mayor de edad y debe asumir la
responsabilidad de sus acciones. Yo solo le puedo aplicar el método científico
a su intención de bajarse los pantalones.
- -El poder ya sabe tu precio. Tendrás
que bajarte los calzoncillos porque los pantalones ya te los bajó él. Y a tu
lado, compitiendo en devaluar la dignidad, otro con tus mismos argumentos
desesperados ofrecerá su cuerpo y su alma.
- -Es muy fácil ser de izquierdas
cuando se tiene trabajo.
- -¿Quién te ha dicho que yo soy de
izquierdas? Te hablaba del Titanic.
Hola Jordi,
ResponEliminaHacía unos cuantos días que no recibía mi dosis de acidez y tengo que decir que hoy me ha encantado recogerla desde tu entrada. Un abrazo.
Me encanta no defraudarte y me estimula a seguir "alimonao". Un abrazo.
EliminaGran entrada.. y mejor salida. Felicidades
ResponEliminaHay que salir con los pies juntitos como en los ejercicios gimnásticos. Muchas gracias, los elogios estimulan a seguir creando. Saludos.
Elimina