dimarts, 30 d’abril del 2013

GATES O NO, LO MISMO ME DA



Internet es muy puñetero. Entre bambalinas hay gente muy turbia que juega con nuestra buena fe (o no tan buena). No hace mucho surgió por la red un avance de edición de las memorias del expresidente José Mari Aznar. Unos listillos filtraron unos párrafos mesiánicos atribuidos al chulesco político. Obviamente, sus oponentes, los que le tenían ganas, entraron al trapo y los dieron por buenas sin esperar a leerlas en el libro (que no esperaban comprar), los difundieron entre familiares y colegas para desacreditar al del bigote. Exclamaciones de soberana incredulidad, alharacas múltiples que quedaron en agua de borrajas cuando el libro vio la luz, no había Dios (ni el que supuestamente se había aparecido al expresidente) que encontrase los párrafos mesiánicos de marras.
Los bulos son como las metáforas, tienen un elemento real (la chulería del amigo de Bush) y uno figurado (la imaginación del autor de las bulerías). Los hoax, término inglés que designa los engaños masivos por medios electrónicos (de ahí la expresión ¡No me hoax!), no entienden de derechas ni de izquierdas. El califa Anguita se tiró a la piscina a la que llegó un artículo supuestamente escrito por el economista de prestigio Vicenç Navarro que contenía una lista de defraudadores de lo más jugosa. El economista la había desmentido en su página web pero el gurú rojo en pleno apogeo de nuevo  decidió seguir erre que erre hasta que le susurraron al oído que era mucho mejor plegar velas antes de que le cayera una somanta de querellas. También fue famosa una carta que se iniciaba con un sugerente Querido presidente es usted un hijo de puta. Usted y sus ministros atribuido al fallecido José Luis Sampedro. Otro artículo que se titulaba ¿Sois idiotas? reclamando un alzamiento nacional contra el torpe gobierno rajoyista se le encasquetó al díscolo Arturo Pérez-Reverte. Moraleja: que hay que andarse con mucho ojito con lo que se pesca en el océano cibernético si no quiere uno pasarse el día colorado y diciendo digo donde dije diego.

El otro día llegó a mis ojos un hipotético discurso de Bill Gates a los alumnos del instituto donde cursó sus estudios. Entiendo que para algunos sea significativo que estos mandamientos para la vida hayan sido pronunciados por la segunda fortuna mundial (Microsoft Power), a mí me la repanpinfla, simplemente me cautivó la cantidad de gramos de verdad que contenían, o sea, que sean de Bill o no, yo los someto a su reflexión.


Regla Uno- La vida no es justa, acostúmbrate a ello.
Regla Dos- Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.
Regla Tres- No ganarás US$5.000 mensuales justo después de haber salido de la escuela, y no serás el vicepresidente de una empresa, con coche gratis hasta que hayas terminado el instituto, estudiado y trabajado mucho.
Regla Cuatro- Si piensas que tu profesor es duro espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.
Regla Cinco- Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo, le llamaban oportunidad.
Regla Seis- Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores, aprende de ellos.
Regla Siete- Antes de que nacieras tus padres no eran tan aburridos como lo son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, lavar tu ropa sucia y escucharte hablar acerca de lo “super” que eres y lo pesados que son ellos. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación, escritorio, armario y lavabo.
Regla Ocho- En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años lectivos y te dan las oportunidades que necesitas para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real.
Regla Nueve- La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre. 
Regla Diez- La televisión no es la vida real. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.


Regla Once- Sé amable con los “NERDS” (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.

1 comentari:

  1. miralo a Bill,o a quien sea,esto es filosófia diaria!ja,muy bueno,el once ...ni hablar,je,permiso,

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