You Tube ha cumplido ocho años. Cómo crecen
estos chiquillos… Parece que fue ayer que se inauguró el gran bazar de videos
de todo lo habido y por haber y hoy ya es una criatura fuertota que convive con
nosotros lo mismo que un tenedor, un fluorescente o una pantalla de plasma (qué
fijación). Ayer me llegó una recomendación intrigante. Me pusieron sobre la
pista del test de Marshmallow (o también malvavisco, o también nube). Les
explico, estos psicolocos (en este caso Walter Mischel) están todo el
día maquinando pruebas para saber de la calidad del serrín que hay dentro de
nuestro coco. Lo que mide el youtubeado test es la resistencia a las
tentaciones. Ponen a unos niños de cuatro años delante de un plato con un
chuche (Rajoy le cambio el género a las golosinas) y les prometen que si no se
lo trincan a las primeras de cambio recibirán muchas más como premio a su
abstinencia. Las caras de los niños son un poema. Uno de los comentarios al
video calificaba el experimento de cruel. Qué quieren que les diga, cruel es no
poder comer, pero resistirse a un caprichito… Por cierto, ¿podrán resistir la
tentación de no mirar el video? Yo se lo dejo encima del plato, ustedes
deciden.
Para mí lo más destacable es la capacidad de
algunos niños de no obsesionarse con el objeto del deseo y desplazar su
atención. En tiempos de crisis, el test de las nubes azucaradas puede tener una
trascendencia inusitada. Si focalizamos sobre lo mal que van las cosas seremos
incapaces de percibir la globalidad. No estoy llamando a un pueril optimismo, a
hacer como si nada sucediese. Encima de la mesa hay un chuce y yo deseo
comérmela pero si soy capaz de dominar mi pensamiento obtendré pingües
beneficios. Encima de la mesa hay una crisis y parece que no se puede salir de
ella (ya se encargan los agoreros de darnos candela) pero si soy capaz de
cruzar el muro con mi pensamiento en la otra parte me espera una recompensa.
Los expertos lo llaman meta cognición, o lo que es lo mismo, sobreponerse a los
impulsos.
¿Recuerdan a Ulises? Se ató al mástil de su
embarcación para resistir el canto de las Sirenas. Vayan preparando las
cuerdas.
JAJAJAJAJA Como un niño, no me resistí a ver el vídeo.
ResponEliminaMe encanta como y sobre lo que escribes.
Ya tienes un seguidor.
Muchas gracias por los elogios, espero no defraudarte. Un saludo.
ResponEliminaOtra seguidora más. Tus artídulos son geniales!
ResponEliminaMariane, bienvenida a la acidez, aquí siempre tendrás un hueco. Saludos.
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