dimarts, 26 de novembre del 2013

CÓDIGO ROJO



No sé si recuerdan la peli Algunos hombres buenos. Por si acaso, les sitúo. Un marine muerto en extrañas circunstancias en la base de Guantánamo. Dos compañeros que se cargan (sin rechistar) las culpas. Un repelente Tom Cruise (Teniente Kaffe) y una impertinente Demi Moore (Comandante Galloway) son los encargados de la defensa. El jefe de la base donde se producen los hechos es un despótico Jack Nicholson (qué repugnante interpretación). Todo apunta a que se aplicó un Código Rojo (normativa de honor secreta) para eliminar a un soldado que podía quebrar la seguridad general, es un práctica prohibida pero muy utilizada en los lugares que se vive bajo presión. Kaffe y Galloway son tratados con la punta del pie por el Coronel Jessep porque buscan la verdad. Se celebra un juicio y la única forma de traquetear al sólido Nicholson es sacarlo de sus casillas, que minusvalore al pollito Cruise, que baje las defensas y admita ni que fuera veladamente que existían los códigos rojos y que él había ordenado el del soldado muerto. Aquí tienen el resultado. 




Rafael Hernando, el portavoz adjunto en el Congreso del Partido Popular, ha confesado en una tele amiga el código rojo. “Algunos se han acordado de su padre cuando ha habido subvenciones para encontrarlo”. No ha hecho falta que le apriete las tuercas el Teniente Kaffe, él, de motu proprio, preso de una ira heredada, en el fragor de una batalla dialéctica de tercera regional, ha soltado la lindeza. No es una frase improvisada, no es una salida de tono insignificante, es el fruto de muchas aportaciones de otros herederos del franquismo más rancio que siguen infiltrados en el edificio democrático atacándolo por dentro. No me hablen de reconciliación que no me creo nada.


Se imaginan ustedes que pasaría si después de un acto en recuerdo de las víctimas del terrorismo etarra un dirigente de Bildu repitiese la frase de Hernando en la tele vasca. O que la Merkel se refiriese en ese tono al holocausto judío. O que un ministro de la Kirschner dijese que las madres de Mayo salieron a dar vueltas por la plaza aprovechando el buen tiempo.
En la peli, el Coronel Jessep es apresado y puesto a buen recaudo, en esta España tan tétrica, el ignominioso Hernando sigue en su puesto con la quijada sarnosa preparada para seguir mordiendo con total impunidad.   

2 comentaris:

  1. Lo malo de esto es que los ciudadanos admitamos verlo como un código rojo y no como una alerta roja, que le hace más justicia.

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