divendres, 10 de gener del 2014

UN PERFECTO DON NADIE



Se advierte a los lectores de este relato que cualquier parecido con la realidad es pura indecencia.

-        -¿Usted no tiene una cuenta en Suiza?
-          -No.
-          -¿Gibraltar? ¿Islas Caimán?
-          -No.

El psiquiatra no puede disimular la mueca de preocupación. Yo empiezo el empequeñecimiento.

-          -¿Ha recibido un sobresueldo?
-          -No
-          -¿Un mísero sobrecito con unos miles de euritos? No le hablo de millones, ya ve usted que le pongo bajo el listón.
-          -Nada.
-          -No me diga porque no me lo creeré que es de los que paga religiosamente a Hacienda.
-          -Sí.
-          -Señor mío, como siga por ese camino no me va a quedar más remedio que ingresarlo en el psiquiátrico más cercano. Bueno, no es tan fácil, con los recortes nos hemos quedado sin centros especializados para miserables como usted. 

Se mesa los cabellos, se pasa la mano por la barbilla y me mira como si contemplase un auténtico bicho raro. Y lo soy. Yo me sentía un ciudadano normal hasta que empezó la maldita crisis y las noticias de los periódicos y de la tele me hicieron sentirme ridículo. Los telediarios estaban sembrados de personajes que llevaban unas vidas fantásticas a costa de burlar las leyes por activa y por pasiva. Y yo, gilipollas y absurdo, sableado por todas partes. No me siento normal, soy un timado. Creí que un buen psiquiatra podría anestesiar mi ansiedad, ya sé que está aplicando conmigo una técnica agresiva, sacar a flote toda la mierda para que pueda digerir lo que vivo cada día.



-          -¿Es grave lo mío, doctor?
-       -No quiero precipitarme en el diagnóstico pero déjeme que siga con las preguntas, si está en mi mano y tengo un pequeño resquicio al que agarrarme, le manipulo algún síntoma y lo convierto en un hombre normal.
-          -Muchas gracias, doctor.
-          -¿Trabaja en la administración pública?
-          -Sí, hice oposiciones.
-          -¿Cómo? ¿Qué me está diciendo? ¿Ni siquiera lo enchufaron los de su cuerda?
-          -No.
-       -Por favor, por favor, no me diga más…. ¿Entonces seguro que no ha cobrado dieta alguna por asistir al consejo de administración de cualquier empresa pública o caja de ahorros?
-          - Obviamente no.
-     -Me lo está poniendo extremadamente difícil. Vayamos por el otro camino. ¿Ha sido sindicalista? ¿Ha cobrado un pellizquito como contribución a algún ERE irregular? ¿Una limosna de los vientres agradecidos?
-          - Tampoco.
-          - Usted tiene que ser un integrista católico. Seguro que se ha creído esos mensajes a favor de los pobres de Paco I. ¿A que sí?
-          -Soy ateo.
-       -Se me van acabando las posibilidades, señor mío. ¿Especulador inmobiliario? ¿Una recalificacioncita por simple que fuese? ¿Un terrenito de la abuela? Cualquier cosa me sirve para no considerarlo un primo integral.
-          - Nada.
-          -¿No ha intentado colocarle unas preferentes a una abuela analfabeta? ¿O a un niño que no ha nacido?
-          - Tampoco. Es que yo solo soy profesor.
-       -Usted lo que es, y perdone que se lo diga tan crudamente, es un perfecto don nadie. No tiene curación. Bueno sí…. Ahora que lo pienso, deme 500 euros mientras que encuentro algún remedio a su dramática existencia.

6 comentaris:

  1. Jajajaja, te has superado!!! Es buenísimo!!! Una pena que solo seas un perfecto don nadie, podías dar mucho de sí. Un besote.

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    1. El destino ha sido cruel conmigo. Pero no desespero, a ver qué me explica en la próxima visita mi honesto psiquiatra. Besotes.

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  2. Somos islas sin barcos, nubes en un día soleado. Solo hay que seguir comunicándonos y poco a poco iremos acercándonos. Yo también soy una don nadie. Y a mucha honra!

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    1. Totalmente de acuerdo con tus parámetros náuticos y con el orgullo donnadie. Ahí estamos.

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