dilluns, 20 d’abril del 2015

CONFIGURANDO LA REALIDAD



A las 9.20 entra un chaval en un instituto de Barcelona y agrede a una profesora y su hija, a otros compañeros y mata a un profesor que se interpone en su camino. A las 11.30 empieza mi clase y los alumnos han tenido noticia de lo sucedido. Mañana tenemos examen pero su inquietud debe canalizarse. Sacan el móvil y empieza el tsunami de informaciones. Recuerdo la conferencia magistral de la filósofa de Chantal Mallard la semana pasada en el CCCB sobre la configuración de lo que llamamos realidad. Parece que una macabra casualidad quiera poner un ejemplo encima de la mesa para que lo pueda trabajar con mis alumnos. No pierdo la oportunidad, sería una tremenda irresponsabilidad (lo digo por aquellos profes que siguen con sus apuntes amarillos).

Ya tenemos escenario (el instituto), obra (sucesos), actores (implicados) y narradores (medios de comunicación). Sobre los narradores tengo que introducir una modificación, la globalización y su tecnología ha generado nuevos narradores, los compañeros del asesino empiezan a difundir fotografías (yo veo una que no pueden publicar los medios convencionales y que tienen un alumno que tiene una amigo que conoce a uno que….). Los conocidos hablan de su familia, de su religión, de sus circunstancias, se van llenando la despensa que tiene que dar lugar a la versión oficial (real). Las mayoría de las informaciones que disponemos son sin verificar, que no quiere decir falsas. Cachitos de realidad. ¿Qué realidad? Se está cocinando, el primer plato puede que se sirva en las noticias de las 14.30. La tele siempre ofrece crédito. Por la noche otra vez, tres días intensos de cocción para que opinión pública vaya tranquilizando su incertidumbre (como dijo la Mallard los ciudadanos intranquilos no producen). El miércoles y el jueves (los tiempos los saco de la última catástrofe aérea que nos tocó de lleno) ya empezaremos a llegar a los postres, una posición común, una explicación que no destroce los límites marcados por la manada, una realidad asumible, amasada con todos los subconscientes oficiales, la semana que viene ya habrá más realidades, más re-presentaciones en cartelera, la muerte las acecha a todas, la gran incertidumbre corre por las bambalinas  pero nunca sale a escena, peligroso, esta sociedad tan vital, tan feliz, tan desarrollada no está preparada para digerir ciertas verdades incómodas.
Suena el timbre.

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