divendres, 17 d’abril del 2015

OCHO HORAS CON LAURA FREIXAS



130 euros del curso + 35 del párking + 35 de gasolina (uno vive lejos de la cosmopolita Barcelona). Casi el 10% de mi exiguo sueldo. 25 euros la hora de Laura Freixas. ¿Barato o caro? Desmenucemos la inversión. En primer lugar es algo singular, al frente del seminario se encontraba una intelectual mujer y eso en esta sociedad está muy buscado (sigan por twitter las pesquisas de SOMOS + DEL 50%). No he añadido a los costes la pereza que me daba presentarme en el curso que ha ofrecido en la librería Laie después de batallar con adolescentes durante toda la mañana, uno solo quiere volver a sus cuarteles generales a reponer fuerzas hasta el día siguiente. ¿Y para qué todo ese dispendio? Para que me hablase de Virginia Woolf. A mí y a otros alumnos (perdón por el masculino, las otras siete eran compañeras). ¿Ha sido rentable? Sigue martilleando el asesor financiero.


Absolutamente provechosa. ¿Por qué pagamos el peaje de las autopistas? Porque nos llevan más rápidamente al destino que deseamos. Laura Freixas nos ha conducido magistralmente hasta la vida, la obra y la crítica literaria del icono Woolf. Me he llevado en la cartera conocimientos, anécdotas, reflexiones, fotografías, interpretaciones… en fin, una buena cosecha. Me ha condensado en ocho horas un saber que me hubiese costado años conseguir, en estos tiempos tan veloces, un chollo, una ganga. Para que se pueda hablar de productividad intelectual es necesario contrarrestar los gastos con los ingresos. 
Recuerdo los anuncios de Ariel, de los tiempos en que las propietarias en exclusiva de la lavadora eran las mujeres (¿Hoy? Lo dejamos para más adelante). ¿Y si usted está satisfecha a quién se lo contaría? Yo, a los de mi gremio (el de los hombres), es hora de que despertemos y paguemos peaje para conocer en profundidad el género femenino (a poder ser sin las gafas de los prejuicios) y a intelectuales de talla como Virgina Woolf, veamos su extraordinaria resistencia para superar los frenos sociales, culturales y mentales, apreciemos su poliédrica personalidad y nos dejemos impregnar de su talento literario. Muchos colectivos se quieren apropiar de su legado y de su figura, nosotros (masculino deliberado) también podemos (ahora que el verbo está de moda) tomar a la Woolf como puente, como ladrillo de una entente entre géneros, como estación de inicio (contradicciones incluidas).
Laura Freixas anunció durante el seminario que estaba trabajando a Silvia Plath. Si están a tiro (yo espero comprar acciones en cuanto pueda) no dejen escapar la oportunidad de invertir ahora que la cultura está tan a precio.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada