Lo han guardado en secreto, yo me he enterado hace
cuatro días que Martínez el Facha, aquel recalcitrante, retrógrado, nostálgico,
odioso, arribista, vomitivo (podría seguir enumerando adjetivos despectivos
sine die) personajillo que pululaba por El Jueves esperando la vuelta del
Generalísimo de ultratumba, aquel que durante más treinta y ocho años (han
leído bien) desgranó la verdadera ideología fascista (mantenerse en el poder
como sea), se ha pirado a Venezuela a hacer de asesor de Maduro. Un giro final
inesperado (o no tanto) que justifica su autor con un argumento incontestable:
los lectores han perdido el interés por el Caudillo. Ahora que todo el mundo es
demócrata de pura cepa, defensor acérrimo de las libertades, adalid de la
libertad de expresión, qué sentido tiene la acidez de Martínez, es un absurdo,
no tiene lectores, unos por desconocimiento/desinterés y otros por borrar la
faz de España todo resto de un pasado sospechoso.
Pero no crean que se ha ido por la puerta de
atrás, Martínez y sus adláteres se han largado a asesorar al presi del chándal,
la última viñeta es un resumen perfecto de su misión, ellos son los inventores
del arriba/abajo que ahora se quiere apropiar El Coletas, nada de izquierda y
derecha, eso es una visión de la sociedad demodé, o estás por debajo del umbral
de la pobreza o viajas en jet privado. Hay que subir la escalera social con
cualquier ideología, hay que trincar en cualquier régimen, hay que apoyarse en
el capital y en el ejército en cualquier momento, hay que dominar los mass
media por encima de todas las cosas, hay que tener a la Iglesia a favor que
siempre te puede dar un empujoncito divino a costa de cuatro prebendas
terrenales. La Historia se cree que avanza por derroteros nuevos, Martínez el
Facha nos devuelve una realidad que tiene más de polilla que de vanguardia.
Por cierto, ¿lo sabe Inda?
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada