dimecres, 20 de maig del 2015

EL PRIMER EXAMEN



Ayer anduve de fastos, mis alumnos de Geografía de Segundo de Bachillerato se graduaron con honores. Fotos retrospectivas, parlamentos oficiales, memorias varias de su paso por el insti. Tuvieron la osadía de imponer una banda a cada profesor (a mí me invistieron como Mr. Voz Ácida) con una breve síntesis irónico-cómica construida con tics, sesgos y muletillas de cada docente. Como soy un ultra de la ironía me pareció un detalle de inteligencia digno de reseñar. Y no acabó ahí el arrojo estudiantil, me regalaron una libreta con una dedicatoria personalizada. Aquí la tienen.


Empiezo la disección. Estos canallas (con cariño) me han captado.
Cabras es un apelativo que encarna esa energía juvenil descontrolada que tiene tendencia a tirar al monte (a desaprovecharse). Hay muchos rectores educativos sensibleros que me han crucificado por mis apelativos. Grupúsculos perversos de alumos intentan menoscabar mi fama apelando a la autoridad para que castigue mi campechanía. No saben que el aula es un territorio sagrado en el que hay licencias que están permitidas siempre que no crucen el límite también sagrado del respeto. La educación no tiene ningún sentido desde la frialdad, los bachilleres entendieron que la cabra era una magnífica metáfora que resumía actitudes poco aconsejables.
Mis clases han servido también para concienciarlos de que no saben nada de la vida, no hablo de la existencia en abstracto (cada uno sabe lo que ha aprendido de sus días), me refiero a lo que se cuece en el mundo laboral, en el político y el cultural, de las estrategias, de los documentos, del poder y su dura relación con la justicia. Lo han pescado, espero que la ironía se les traduzca en humildad profunda y en curiosidad inquieta.
En las últimas clases instauré el sistema despacho, la holgura de la clase nos permitía que cada alumno pudiese estar aislado de sus colegas y fomentase la concentración sin ser perturbados por un codo impenitente o por un supuesto compañero cotorra. Disponían de su móvil para consultar páginas y artículos que yo les recomendaba. Avanzaban a su ritmo, eran dueños de su aprendizaje.
Pedralbes siempre era mi referente. No les separan ni treinta kilómetros de ese majestuoso barrio barcelonés, allí les insistía (por lo que parece reiterativamente), se enseña de otra manera, aquellos alumnos están diseñados para gobernar el mundo y los míos tienen muchos números en el sorteo de la carne de cañón. Pedralbes es otra metáfora, la de otra forma de accionar el botón que mueva el ascensor social. Las cosas se están poniendo muy negras y solo la creatividad y el esfuerzo pueden acercar mundos tan dispares.
El aula como una empresa, siempre insistí en que debíamos crear un producto (makers se llaman ahora), no trasegar con el conocimiento, olvidarse del recorta y pega, generar plusvalía y beneficio, crear mercados, nichos de interés, exprimir las nuevas tecnologías. Como se entere la patronal...
Por lo que me han escrito en la nota de despedida puedo entender que estos bachilleres han captado el mensaje, el próximo examen será en el mundo real.
Buen viaje.

2 comentaris:

  1. que hemos hecho mal para que voces como la tuya no lleguen a los que dirigen, para que impulsárais un cambio en la forma de enseñar, leyendo el post, entran deseos de que los hijos de uno, o uno mismo, sean alumnos de profesores como tú.

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    1. Desengáñate, es un tema de interés. Mi voz no interesa a los que dirigen, mi voz te interesa a ti. No tengo inconveniente en enseñarte lo que sé a ti o a tus hijos, a cambio me deberás compensar con lo que tú sabes y a mi me intersa. Si ambos (incluyo a tus hijos) tenemos interés encontraremos la forma de desarrollar el aprendizaje.

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