No me digan ustedes que no es tener mala leche
llevar con la cruz acuestas al Maestro al Gólgota (monte de la Calavera),
crucificarlo (qué daño tiene que hacer) y mientras se desangra y se asfixia
entre terribles sufrimientos, los soldados romanos, en la base de la cruz,
jugándose sus vestiduras a los chinos como si tal cosa.
No me digan ustedes que no es tener mala leche
que los mismos bancos que nos han metido en un fregao de narices (empezando por
los americanos en el crash del 2008 y siguiendo por los chapuceros españoles
con Bankia a la cabeza), los muy cínicos, ahora pretendan dar clases de
economía a los jovencitos que estudian en nuestros institutos. Se quieren repartir las vestiduras de un sistema educativo que
se cae a trozos.
Pasen y lean. La Generalitat impulsa un curso de educación financiera en las escuelas catalanas. El objetivo es que alumnos
de cuarto de ESO tomen conciencia del uso del dinero. No se me desmayen a las
primeras de cambio, la osadía sigue. Las entidades financieras tienen el
prosaico objetivo de “dar herramientas a
los estudiantes para que puedan tomar decisiones económicas en el futuro”.
Importantísimo que sepan sellar el paro, que sepan gestionar los pingües
ingresos de los Minijobs a la alemana, que inviertan en el Ibex-35 con lo que recolecten recogiendo
cartones, que tengan las nociones básicas de mendicidad emprendedora, que lean el Expansión para luego envolver el bocata de media mañana o que sepan
revender lo que obtienen en Cáritas como prácticas especulativas. Los docentes que impartirán tan trascendentales conocimientos serán profesionales voluntarios de las entidades que los patrocinan
(¿para escapar del ERE?). No podía faltar el capítulo de buenos propósitos a
cargo del director general de Política Financiera de la Generalitat, el mismo
organismo que está sangrando la educación, en un acto de
contrición edificantemente cínico se atreve a decir que “lo que queremos evitar es que se repitan errores que se han cometido
estos últimos años”.
Algunas preguntas tontitas: ¿en qué parte del curriculum
figurará lo que son las preferentes? ¿O cómo timaron a los
que las compraron? ¿Explicarán las clausulas abusivas de una hipoteca? ¿Cómo se
calculan las comisiones? ¿Por qué había tanto político en la dirección de las
Cajas de Ahorros? ¿Cómo se maquillan balances para camuflar los activos
tóxicos? ¿Cómo se le pone una venda en los ojos al gobernador del Banco de
España?
¿O seguimos comulgando con ruedas de molino?
ANEXO: Por lo que veo se extiende las modas se extienden. ¿Cómo vencer el analfabetismo financiero?
ANEXO: Por lo que veo se extiende las modas se extienden. ¿Cómo vencer el analfabetismo financiero?
Magnifico, como siempre. Un saludo.
ResponEliminaAl final me ruborizaré. Gracias.
ResponEliminaBenvolgut Jordi,
ResponEliminaHe estat passejant pel teu bloc i la veritat és que ha resultat una experiència força interessat, sobretot pel magnífic estil amb què descrius les situacions.
Diria que, d'una manera ingènua, procuro autoimposar-me una visió molt més optimista de la realitat educativa que m'envolta. Comparteixo la majoria de les teves observacions, però em va millor per llevar-me al matí i enfilar cap a l'institut creure que fem coses interessants, malgré tout!
De totes maneres, t'aniré seguint en aquesta aventura que ens ajuda a tots plegats a ser crítics i àcids amb aquest món educatiu que ens ha tocat viure.
Una abraçada
Joan Marc
I tant, amic Joan Marc, aquest autoengany és absolutament necessari per sobreviure entre adolescents empoderats i directius necis, millor refugiar-se a la classe i creure's que estem educant. És una primera fase. Després, comences a deixar de combregar amb rodes de molí i a fer el teu camí. Aquí estem, accepto caminar junts. Una abraçada.
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