dijous, 6 de novembre del 2014

CONOCER PARA TOMAR CONCIENCIA




La revolución industrial. Tema 2 de Historia del Mundo Contemporáneo de Primero de Bachillerato. Apartado 4.4. Las mujeres en la sociedad industrial. El libro (en este caso de Vicens Vives) considera que los apartados anteriores son exclusivamente la historia de los hombres y en un arrebato de justicia dedica treinta o cuarenta líneas a restañar el olvido y la subordinación doméstica y política de la mitad de la población europea. Tan loable como penoso.
Las mujeres suponen más de la mitad de mi clase. Leen y analizan el apartado como uno más del temario. No reparan en el fraude. Es normal, nada nuevo, ya se sabe. La Historia (escrita) es muy injusta con el género femenino, una obviedad dolorosa pero ya superada. ¿Desde cuándo domina el hombre? ¿Cuál es el origen del patriarcado? Desde siempre, el hombre es más fuerte que la mujer. Chúpate subyugación apelando a la biología. ¿Seguro? Empiezan los cortocircuitos. Ahora ya no dicen las más atrevidas, ahora somos casi (¿) iguales. En ese momento acciono la alarma. ¡La maldita igualdad! ¿Iguales a quién? Jo, profe, vaya chorrada de pregunta. ¡A los hombres! El macho como medida, como meta. Mira que te gusta hacernos la olla (traducido: pensar). Las mujeres de mi clase están listas para perpetuar el patriarcado.
Hablamos de novios y ahí la cosa se desborda. Mi novio es muy machista pero a mí me gusta, que tenga celos es una muestra de amor. ¿A ti no te gustaría, profe? Me tiran las redes para embaucarme en su visión posesiva del amor. No. No me gustaría.
Comento que el 24% de los jóvenes andaluces creen que las mujeres tienen que estar en casa con la pata quebrada cuidando los churumbeles. No solo son hombres, en mi clase también hay mujeres que quieren conseguir los beneficios de la sumisión al patriarcado. Empiezan con lo bonicos que son los niños, con la ternura, tengo frente a mí a madres al uso casi sin uso (de razón). Gira la noria.


El sistema patriarcal solo puede funcionar gracias a la cooperación de las mujeres. Esta cooperación viene avalada de varias maneras: la inculcación de los géneros, la privación de la enseñanza; la prohibición a las mujeres a que conozcan su propia historia; la división entre ellas al definir la “respetabilidad” y la “desviación” a partir de sus actividades sexuales; mediante la represión y la coerción total; por medio de la discriminación en el acceso a los recursos económicos y el poder político; y al recompensar con privilegios de clase a las mujeres que se conforman.

Las trampas que marca Gerda Lerner en su obra La creación del patriarcado son de una claridad meridiana. Quizás debiera ampliar el apartado 4.4. y contribuir a que las mujeres conozcan su propia historia. ¿Y por qué un hombre? Nuestro sistema patriarcal está absolutamente agotado, las mujeres tienen la RESPONSABILIDAD de articular una nueva visión que se aleje de la queja y del espejo masculino. Se lo escuché ayer a Annarosa Buttarelli (filósofa italiana) en una conferencia magnífica que pronunció ayer en Barcelona. Hablaba de la importancia del blanco, de la revelación, de la creación que viene desde siempre. Bottarelli situaba las reflexiones de María Zambrano en el eje de ese nuevo pensamiento de tabla rasa que debe superar el individualismo testosteroico masculino para instalarse en el poder de las relaciones femenino.

3 comentaris:

  1. En castellano no existe género para las personas, se llama sexo. Hablemos con propiedad, algunos es la única que tenemos.

    ResponElimina