Y nosotros empeñados en enseñarles el teorema de
Pitágoras, que el Ebro pasa por Zaragoza, el estilo ácido de Quevedo y otras
zarandajas para que puedan labrarse un futuro esplendoroso. Y los medios de
comunicación llenando columnas, páginas y especiales de fin de semana con los
treinta y ocho millones de euros que tiene un tal Bárcenas en Suiza. Y nosotros
aferrados a nuestras cuadriculadas programaciones dándoles cápsulas de una
sabiduría enmohecida, desdeñando las lecciones que nacen de la actualidad porque hay que configurarlas sin ayudas de editoriales ni otras muletas del sistema.
Situamos la escena. Examen de recuperación de
cursos anteriores. Alumnos de cuarto de ESO (les han quedado
pendientes primero, segundo y tercero de ESO, vaya, lo mejor de cada casa).
Estaban convocados una treintena y se presentan ocho. Reparto los exámenes y la
cara de gamusino se instaura en sus rostros, ni repajolera idea de nada de lo
que se les pregunta. Pero entre ellos hay un gracioso (cuánto juego da un gracioso
como dinamizador de grupos) que sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo
(todavía arrastramos los atracones litúrgicos) me dice:
- Profe, ya ves que no tenemos ni puta idea de nada. Qué más te da decirnos las respuestas… Nadie se va a enterar.
- Profe, ya ves que no tenemos ni puta idea de nada. Qué más te da decirnos las respuestas… Nadie se va a enterar.
Supongo que los empresarios que dieron los
sobres a Bárcenas pensaban que al no quedar registro de la transacción nadie se
iba a enterar. Supongo que los compañeros de partido que recibieron los sobresueldos
del secretario también. Todo presuntamente, lo que me faltaba, que el PP me llevara
al juzgado.Supongo que los alumnos esperan que me arrugue y les suelte un rollo moralista.
- ¿Gratis?
- Entre todos juntamos veinte o
treinta euros rápidamente.
-Venga.
Estos chiquillos no han jugado al póker. Los
faroles se descubren a la que el contrario sube la apuesta. Otro alumno toma el
relevo del gracioso.
- ¿Estarías dispuesto a hacerlo?
- Por supuesto. Todos tenemos un
precio. Pero veinte euros es insuficiente.
- Es una pasta, profe.
- Ya, pero lo que yo me juego si me
denunciáis es muy superior. Por lo tanto tendríais que aumentar la cantidad.
- Nosotros no te denunciaremos.
- Pues serías tontos porque me
podrías pedir el doble por mi silencio.
- Coño, es verdad.
El exabrupto lo produce el graciosillo que no
se deja arrebatar fácilmente el protagonismo. Ha descubierto en directo cómo funcionan los sobornos sin haberlo pretendido. Ciencia infusa.
Los rectores educativos preparan una nueva asignatura para el año que viene. Visto el descenso escandaloso de los trabajadores autónomos consideran fundamental instruir a nuestros cachorros con una asignatura que se titulará Emprendimiento. Tal vez yo les haya avanzado las primeras lecciones.
Los rectores educativos preparan una nueva asignatura para el año que viene. Visto el descenso escandaloso de los trabajadores autónomos consideran fundamental instruir a nuestros cachorros con una asignatura que se titulará Emprendimiento. Tal vez yo les haya avanzado las primeras lecciones.
Muy bueno, muy bueno
ResponEliminaRoberto ya te pagaré el jamón con el que te soborné....
ResponEliminaY que razón tienes.
ResponEliminaUn placer volver a encontrarte guapetón.
Yo sigo viviendo la vida en rosa.
Ya sabes que la Puri ha resucitado? Sigue sus andanzas en Cienxcienpuri. La vida nos vuelve a juntar. ¿Poir algo será?
ResponElimina