Una vez a la semana uno se puede permitir el lujo de escuchar a un gurú tecnológico o del emprendimiento, no hace daño y se pueden aprender cosas. A veces andan tan alejados del ciudadano de a pie que sus lecciones asustan de pura sencillez. Explican historias cargadas con una sensatez que desmonta el palurdismo que compone nuestro transitar diario y que nos impide volar por encima de la mediocridad. Siguiendo la conversación entre Martin Varsavsky y Dídac Lee (promocionada por el omnipresente Banco Sabadell) uno se pregunta cómo nunca montó una empresa. Como los magos de prestigio estos gurús se guardan los trucos de tronío para la intimidad y emboban al personal con los más artificiosos. Nos explican todo el proceso pero siempre omiten un ingrediente que seguro que es el que genera los cheques de seis ceros.
En medio de una revolución laboral contra un
despido improcedente que padecí tuve la oportunidad de visitar TV3 para
solicitar la cobertura del conflicto. La directora que me expulsó de su cole
realizaba cobros ilegales a las familias y marginaba a los alumnos que no sufragaban sus caprichos. Un día conseguí audiencia en la cadena de
televisión catalana y me llevaron a un despacho donde una periodista con cara
de malas pulgas me sentó en una silla y mirándome a los ojos me preguntó por
qué debía destinar una cámara y un redactor a mi tema. Empecé balbuceando y
explicando leyes de financiación de centros educativos de complicadísima
comprensión (por eso hacen lo que hacen los ladrones de guante blanco). La cara
de mi interlocutora ya me indicaba que no iba bien. Cambié mi pitch
agónicamente para conseguir el objetivo.
- -Niños
negros y moros discriminados en la piscina escolar porque sus padres no pueden
pagar las extraescolares.
- -La
noticia es tuya. Ahí tienes al cámara, queda con él.
Cerró la puerta y se largó con viento fresco. Tres
días después salía nuestro conflicto en prime time (mediodía y noche) en el
Telenoticias autonómico. Horas más tarde recibía una llamada de la directora
general de educación de la Generalitat para arreglar el desaguisado.
El término inglés pitch hace referencia a una presentación verbal (y visual, a veces) concisa de una idea
para una película o serie de televisión,
generalmente hecha por un guionista o director a un productor o ejecutivo del
estudio, con la esperanza de atraer financiación de desarrollo para costear la
escritura de un guión. (Wikipedia)
Martin Varsavsky y Dídac Lee explican la
importancia del pitch en el mundo de los negocios digitales y hacen una
práctica en directo. El resto de la charla tampoco tiene desperdicio.
¿Algún profe despistado e iluminado preparará a
sus alumnos en tan rabiosa disciplina el curso que viene? Ay, profe, es que
tengo vergüenza, es que no me sale, es que no he tenido tiempo, es que, es que,
es que….. El negocio se lo llevó otro.
O aplicándonos el cuento de la concisión: lo bueno si breve, dos veces bueno.
ResponEliminaDa buenos resultados, puedes empezar por menos imágenes en la ESO http://es.m.wikipedia.org/wiki/PechaKucha
ResponEliminaTomo nota.
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