dilluns, 2 de juny del 2014

EL MAESTRO CATALÁN



Curioso es que en todo este proceso por la independencia de su país nadie se acuerde de él. El Catalán como lo apoda el Cuate Sabina, anda callado. Un poeta cantante que habla por los codos y lo que es más genuino, claro clarito, está inmerso en un silencio revelador en los tiempos en los que sobre Catalunya tiene opinión hasta el que pincha los discos (expresión demodé).


Puede que sus canciones hablen lo que él no habla. No tengo más remedio que inmersionarme en su Biblia hasta encontrar una explicación que a mí me sirva. El Maestro Serrat y yo compartimos inquina.

Probablemente en su pueblo se les recordará, como cachorros de buenas personas, que hurtaban flores para regalar a su mamá y daban de comer a las palomas. Probablemente todo eso debe ser verdad, aunque es más turbio cómo y de qué manera llegaron esos individuos a ser lo que son ni a quien sirven cuando alzan las banderas.

En el 2014 muchos de los que alzan las banderas reivindican la defensa de la lengua catalana frente a los ataques del centralismo wertiano. ¿Alguien sabe dónde estaban en 1968 cuando Paquito apretaba las cuerdas de los insumisos? Yo sí que sé donde estaba el Maestro Catalán.

Si alguna vez alguien me preguntó en cual de las dos lenguas me expresaba mejor, mi respuesta fue que siempre me expreso más a gusto en la que me prohíben hacerlo.

Esta perla se encuentra en medio del discurso de agradecimiento al Doctor Honoris Causa por la Universidad Complutense de Madrid (botifler, vendido, traidor). Y para descifrar los ingredientes de nuestra inquina compartida suelta otra perla.

Dice el refrán que “quien canta, su mal espanta”. Y es cierto. Cantando compartes lo que amas y te enfrentas a lo que te incomoda. Conjuras los demonios y conviertes sueños en modestas realidades.

El 9 de noviembre hay previsto un choque de trenes. ¿Quién pone el carbón a las locomotoras de ambos? ¿Quién saldrá ganando con el hostión? ¿Quién viaja en primera clase o subido en el techo)? ¿A quién se llevará por delante tanto odio? ¿Qué tapa tanta bandera?

Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad, viajan de incógnito en autos blindados a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad, a colgar en las escuelas su retrato.

El auge del centralismo y del independentismo se ha producido en las primeras estribaciones de una crisis económica. Mi faceta de historiador me transporta a 1914 cuando los trabajadores habían conseguido saltar las fronteras y plantar cara a los patrones unidos por la Segunda Internacional. Fue tocar el pito de la guerra, ondear las banderas y todo el movimiento se disolvió porque los curritos acudieron como perritos falderos en defensa de su patria (la misma que se choteaba de su pobreza). Curiosas similitudes, ¿verdad?

Se arman hasta los dientes en nombre de la paz, juegan con cosas que no tienen repuesto y la culpa es del otro si algo les sale mal.


Si lo desean y están convencidos de que hay prestidigitadores que engañan con los símbolos, canturreen conmigo el estribillo del Maestro: ENTRE ESOS TIPOS Y YO HAY ALGO PERSONAL.

3 comentaris:

  1. Solo felicitarte por tu buen gusto musical, coincide con el mio, pese a no ser catalana. También conocí a un andaluz que cantaba lo suyo, Carlos Cano.
    Un besote.

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    Respostes
    1. No es problema de lenguas, es un tema de verdades. Investigaré a tu Maestro que hace tiempo que pica a mi puerta (ya sabes de mis orígenes). Si tienes alguna canción por la que empezar no dudes en sugerirmela. Besotes por doquier.

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    2. https://www.youtube.com/watch?v=rIPu4Q-3Rc8.
      Mejor que te hablen de él y, después, descubras su música.
      Un besote.

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